Uno de los grandes prodigios del piragüismo español ha conseguido reinar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. A sus ni más ni menos que 21 años, y después de ser medalla de bronce en el campeonato del mundo de Moscú y medalla de plata en el Mundial de Milán, Marcus Cooper Walz brillaba en las aguas cariocas con una remontada espectacular que le permitía terminar cruzando la línea en primera posición para sumar la sexta medalla del combinado nacional, el cuarto oro, comenzando a labrar un espectacular futuro que tiene por delante, más aún cuando el piragüista español, hijo de padre británico y madre alemana, pero criado en Mallorca, tenía en su mente coger experiencia para los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, cita en la que llegará en plenitud de madurez para revalidar la corona conseguida este pasado 16 de Agosto de 2016 que sin duda para él será inolvidable. Los sueños se cumplen a base trabajo, constancia y carisma, Marcus ha logrado el suyo, pero esto no es más que el comienzo, por delante tiene muchas más tardes de gloria para el piragüismo español.
"Hay que ser muy fuerte y hay que seguir con esa lucha, confío mucho en mí mismo y sé que tengo muy buen final y esa es la estrategia que tengo, cuando ves que vas pasando a tus rivales te sube la motivación"
Siendo una de las jóvenes promesas del piragüismo español, Cooper consiguió reinar en el K1 1.000 metros a pesar de no haber pensado en ningún momento en las medallas. "Tengo 21 años y soy joven, aspiraba a los Juegos Olímpicos de Tokio a largo plazo, pero me hice la pregunta de por qué no ir a Río y busqué la clasificación y poder estar, y no solo me clasifiqué, sino que he ganado el oro, no tenía nada que perder y mucho que ganar. No he tenido que esperar para Tokio, no solo me he clasificado sino que he ganado el oro, era mi sueño desde que tenía 12 años y me apunté a piragüismo, ahora, intentaré seguir así en otros ciclos olímpicos, mi objetivo no era medalla", comentó ante los medios de comunicación.
Para terminar, Marcus Cooper Walz asume que tuvo que mantener la calma en todo momento para remontar desde el quinto puesto hasta la primera posición. "Lo más complicado ha sido mantener los nervios, la estrategia la tenía asumida y intenté mantener la calma y hacer lo que estaba en mis manos, el resto, cuidar los detalles para afrontar la prueba de la mejor forma, este es el momento más grande que hay y prepararme para hacer el mejor 1000 de mi vida. Cuando iba por la mitad iba quinto, hay que ser muy fuerte y hay que seguir con esa lucha, confío mucho en mí mismo y sé que tengo muy buen final y esa es la estrategia que tengo, cuando ves que vas pasando a tus rivales te sube la motivación. Es una pasada ganar los juegos olímpicos, es el mejor momento de mi vida, cuando esté más tranquilo me dedicaré a responder en las redes sociales y a contestar llamadas y a compartirlo con la familia y disfrutarlo", concluyó.