La historia de Jinder Mahal es una de esas que, con el paso del tiempo, la comunidad del wrestling guardará en su retina. Es la historia de un hombre que hizo su retorno a WWE en agosto de 2016 para, a priori, ser un luchador "del montón". Nada más lejos de la realidad, y es que Mahal, en este 2017, ha forjado un reinado de casi seis meses como WWE Champion.
La primera etapa de Jinder Mahal en la empresa de Vince McMahon se recuerda, sobre todo, por 3MB, el stable musical que formó junto a otros dos luchadores que también tienen un background particular, Drew McIntyre y Heath Slater. El rol que desempeñaba por aquel entonces era muy irrelevante, ya que se limitaba a salir al ring e imitar a rockero, pero sin estar inmerso en ninguna storyline de calado. El 12 de junio de 2014 se anunció su salida de WWE.
Lo inesperado ocurrió en julio de 2016, momento en el cual se hizo oficial la vuelta de Mahal. WWE, habituada a aniquilar cualquier atisbo de competencia de otras compañías, percibía que uno de los puntos a aprovechar era el mercado indio, por lo que Jinder debía ser el emblema para llevar a cabo esta expansión. La traba residía en que Mahal no gozaba de la credibilidad suficiente para ser una estrella. Tocaba construirla.
La transformación más impactante se produjo en el aspecto físico. En apenas un año, el luchador nacido en Canadá pasó a tener un cuerpo absolutamente increíble. Ello trajo consigo la polémica pues fue acusado de emplear sustancias ilegales para conseguir esa gran mejora, aunque él lo desmintió categóricamente.
Entre finales de 2016 y principios de 2017 mantuvo una alianza con Rusev, pero una lesión del búlgaro le hizo retomar su carrera en solitario. Tras convertirse en el aspirante número al WWE Championship, Jinder Mahal asombró al mundo cuando derrotó a Randy Orton en el evento WWE Backlash para ser el primer WWE Champion de ascendencia india.
A partir de ahí desarrolló un personaje llamado The Modern Day Maharaja que causaba reacción entre el público. Sus inicios como campeón máximo fueron positivos ya que, en su papel de heel, conseguía algo muy importante: ser odiado. Y como tampoco era un prodigio en sus labores in-ring, aquello tenía más mérito si cabe. En una época caracterizada por la monotonía y la homogeneidad, que Mahal fuese el monarca de SmackDown LIVE aportó frescura y novedad.
Sin embargo, su efecto se fue diluyendo. Sus rivalidades eran anodinas y su nivel entre las cuerdas dejaba mucho que desear, lo que ha llevado a una pérdida de confianza de WWE en su potencial. Esto se corroboró hace unos días en Manchester, ciudad en la que perdió el WWE Championship en favor de AJ Styles (y a su vez, la oportunidad de luchar contra Brock Lesnar).
Jinder Mahal se ha quedado sin hueco en la cartelera de WWE Survivor Series aunque no se descarta que haga algún tipo de aparición en el choque de campeones. Aun así, será el mayor atractivo en la gira que realizará WWE en La India dentro de un mes debido a su combate ante Triple H. Despojado del título, ¿qué futuro inmediato le aguarda a The Maharaja?