Daniel Ricciardo finalizó contento su trabajo en Montmeló. El australiano, pese a ser el más lento del día, se mostró esperanzado con el comportamiento del monoplaza: "Nuestras tandas largas parecían bastante buenas y completar 130 vueltas significa que la fiabilidad está donde debería estar".
El piloto de las antípodas se centró en realizar tandas largas sin intentar comprobar la velocidad punta del Red Bull. "Hicimos muchas vueltas y trabajamos de acuerdo al programa". Tampoco trabajó con los neumáticos blandos ni superblandos. "Estuvimos centrados en nosotros mismos", aseguró el piloto de la escudería austriaca.
El jefe de ingeniería en carrera de Red Bull, Guillaume Rocquelin, también realizó declaraciones: "Hoy hicimos un plan de fin de semana normal. El coche fue realmente fiable y completamos mucho kilometraje".
Rocquelin se mostró contento con el trabajo del día, lo que les da "más de flexibilidad" de cara al trabajo que han de realizar mañana. "Podemos permitirnos un poco más de inactividad", finalizó.