259 días han pasado desde que el semáforo se apagaba en el Gran Premio de Australia y arrancaba una nueva temporada de Fórmula 1. Y poco parece haber cambiado la dirección que parecía tomar el campeonato en aquella carrera en la que Mercedes y Lewis Hamilton optaban a arrasar, con Ferrari siguiendo de cerca y con un McLaren que parecía no encontrar el camino, al menos como ellos decían, en esas primeras carreras.
Y como pudimos ver este pasado domingo en el circuito de Yas Marina, nada ha cambiado desde Melbourne. Nico Rosberg se hizo con la victoria, la tercera consecutiva, que poco le han servido para la lucha del mundial. Seguido del piloto que arrasó esta temporada, Lewis Hamilton y, como antes nombramos, con los Ferrari un paso por detrás.
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De esta manera, la temporada acababa con un tricampeonato por parte de Lewis Hamilton, un campeonato merecidísimo por parte del piloto británico, que se impuso con mano firme a todos sus rivales, mientras que Rosberg miraba frustrado como su compañero era el que se llevaba los halagos y él se quedaba en segundo plano.
Y es que cabe destacar que con el monoplaza que han creado los alemanes, un piloto como Nico Rosberg pocas oportunidades tan claras iba a tener en su carrera de poder luchar un mundial para al final verse como un espejo de Mark Webber, cuando en 2010 el australiano luchó por el mundial y en 2011 verse como el eterno segundón que finalmente pareció ser.
Aunque para eternos segundones tenemos a la ‘Scuderia’, que a pesar de la clara mejora del rendimiento de los monoplazas italianos, se mantienen en lo que Fernando Alonso quería evitar un año más, y era acabar como la segunda potencia de la parrilla y no la primera.
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No obstante, el piloto asturiano debería plantearse en ciertas ocasiones si de verdad prefiere no quedar segundo por varios años y si intentar volver al primero pasando por lo que hemos pasado esta campaña. Una temporada absolutamente para olvidar para Fernando Alonso en la que tan sólo ha podido acabar con 11 puntos en los 20 grandes premios y terminando de la nefasta forma que fue este fin de semana, provocando un toque y recibiendo un drive through. Un final para olvidar de una temporada para olvidar. Las cosas parece que mejorarán en Woking de cara al próximo año, aunque con los resultados obtenidos no se podrá esperar otra cosa.
De esta manera se termina una temporada más. Una temporada, que tras los resultados vividos la Fórmula 1 pide a gritos cambios en la reglamentación para salvar un deporte que con el paso de los años está perdiendo toda la emoción que antes vivíamos en cada carrera. Unos cambios que parece que pronto llegarán, aunque para llegar a ellos, primero habrá que pasar por unos años de transición, comenzando por la temporada de 2016 que arrancará en poco más de 100 días. Hasta entonces.
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