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Hamilton se enamora del anillo de las 500 Millas de Indianápolis.

Una escena inédita se vio tras el GP de Japón, donde Lewis Hamilton mostraba interés por el anillo que portaba Takuma Sato en la entrevista en el podio.

Hamilton se enamora del anillo de las 500 Millas de Indianápolis.
(Fuente | Mercedes AMG F1 Team)
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Por Jaime Chico Dueñas

El japonés Takuma Sato aparecía en el podio tras la entrega de premios para entrevistar a los tres pilotos que subieron al mismo: Lewis Hamilton, Max Verstappen y Daniel Ricciardo.

Sato corrió las 500 Millas de Indianápolis el pasado mes de mayo y resultó campeón de la prueba tras colocarse líder de la carrera a tres vueltas para el final. El expiloto de Fórmula Uno conseguía llevarse la edición número 101 de esta famosa carrera, siendo el primer japonés en conseguirlo.

En esta carrera participó Fernando Alonso perdiéndose el Gran Premio de Mónaco, la cual el español no pudo finalizar por una rotura de motor de su Honda.

Hamilton, cuando se estaban disputando los 500 Millas, restó importancia a ese evento diciendo irónicamente: “He echado un vistazo a las clasificaciones y, sinceramente... Alonso, para sus primeras clasificaciones, hace un quinto tiempo. ¿Dice algo eso sobre el nivel de la Indy?”.

Y añadió lo siguiente: “Los grandes pilotos, si no logran vencer en la Fórmula 1, buscan los triunfos en otras carreras, pero verlo hacer un quinto tiempo frente a pilotos que hacen eso todo el año es... interesante”, por estas palabras fue muy criticado por pilotos que corren en la Indy Car.

También dijo que él no piense más allá de la Fórmula 1 y que por supuesto no se perdería por nada del mundo un fin de semana de carreras en Mónaco.

Pues han pasado cinco meses desde esas declaraciones y parece que la opinión del británico es distinta tras ver un anillo. Dicho anillo lo llevaba puesto Takuma Sato por salir campeón en esa carrera.

En el podio se vio una escena inédita, en la que Hamilton dijo: “Tienes algo ostentoso, ¿de dónde viene esto? Me encanta, ¡necesito ese anillo! ¿puedo probármelo? ¿puedo ver si vale la pena que yo haga algo así algún día? ¡parece bastante bueno!”, el japonés se lo dejó y se lo pudo probar.