Gilles Simon, antiguo ingeniero que formó parte de la unión McLaren-Honda, desempeña desde el pasado mes de septiembre el puesto de director técnico de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA). En un momento como este, tan complicado para el Gran Circo por los constantes –y polémicos- cambios de reglamento, Simon cree que el espectáculo y la tecnología son compatibles. Su labor será fundamental para poder devolver a las diferentes disciplinas automovilísticas de la Federación el prestigio y estabilidad de etapas anteriores.

Sobre el dilema entre si debe primar el espectáculo frente a la tecnología, Gilles lo tiene claro. “No creo que la tecnología y el espectáculo vayan una en contra de la otra. Como promotores de nuestros campeonatos, queremos que haya emoción hasta el último minuto”, explica el ingeniero en una entrevista para el medio Racecar Engineering.

Es importante recordar que la tecnología aplicada en Fórmula 1 y otras categorías similares tienen una importante influencia en el desarrollo y producción de los vehículos de calle. Para Simon, una reducción de costes no tendría por qué ir necesariamente en contra de una tecnología eficiente. “El automovilismo todavía juega un papel vital en el desarrollo para la industria automotriz y esta relación es importante para continuar.”, añade.

Para él, lo ideal sería lograr un equilibrio entre el coste de desarrollar los monoplazas e introducir la máxima tecnología posible. “Lo que es evidente es que hay un motor y ahí actúa la tecnología. Se trata de tener coches espectaculares y rápidos, y hay que tener en cuenta también la ingeniería de los coches. Desde el punto de vista de los reglamentos técnicos, lo prioritario es encontrar un equilibrio entre el coste y la máxima tecnología. ¿Por qué es uno más rápido que otro y se comporta así? Parte del espectáculo se debe a la tecnología”, concluye de manera rotunda.