Poco a poco 2016 se va terminando, las horas se van descontando y la aparición de las luces y árboles navideños dejan un resultado por delante: el fin de una temporada para que en breve se ponga en marcha otra. Como no podía ser de otra manera, cuando una campaña baja su telón se debe hacer un balance, con las luces y sombras que ha deparado la temporada, y donde por detrás de Marc Márquez el encargado de hacer sombra el mago de Cervera ha sido ni más ni menos que Valentino Rossi, uno de los mejores pilotos de la historia del motociclismo que reniega la opción de colgar el mono, viviendo uno de sus mejores momentos, lo cual demuestra que el italiano es como el buen vino, según van pasando los años va mejorando, y en 2017 las emociones prometen ser fuertes por parte del jefe de filas del Movistar Yamaha MotoGP, que tendrá una joven promesa como nuevo compañero de box.

Nadie dijo que el comienzo fuera fácil

Después de un año convulso, como el que deparó el 2015, en un apoteósico final de campeonato con el duelo por el título entre Valentino Rossi y Jorge Lorenzo, prepararse para un nuevo envite, una nueva temporada, no era ni mucho menos fácil. Tras desconectar con las vacaciones, prepararse a tope en pretemporada y realizar los primeros test del curso, llegaba lo realmente serio, tener que subirse a la moto bajo la noche qatarí, con los primeros puntos del curso en juego. Las cosas no irían bien para Rossi, que se veía obligado a claudicar ante el poderío de sus contrincantes para tan solo terminar siendo cuarto al pasar por meta, quitándose la espina de lo acontecido en el desierto al otro lado del Oceano Atlántico, más concretamente en Argentina, territorio predilecto de Valentino, que volvía a estar metido de lleno en la pelea por la victoria, teniendo que conformarse con la segunda posición, entrando así por la puerta grande en la pelea por el Mundial a las primeras de cambio.

La alegría es algo que va y viene, es efímera, y en este caso Valentino Rossi probaría el sabor amargo de la derrota, aquello que siente un caballero caído en la batalla, besando el suelo el piloto del Movistar Yamaha MotoGP en el Gran Premio de Las Américas, cediendo ni más ni menos que veinticinco puntos con Marc Márquez, quien obtenía así un colchón de puntos en la clasificación general. La rendición es algo que no está escrito en el vocabulario de un Rossi, que como no podía ser de otra manera, resurgiría de sus cenizas en el lugar más indicado para brindar una exhibición, Jerez. El templo español se vestía de gala para acoger el Mundial y Valentino despejaba de un plumazo el cero obtenido en la anterior cita para recortar puntos en el Mundial. Con la moral por las nubes al estrenar su casillero de victorias en la temporada, Rossi hacía acto de presencia en Le Mans para buscar seguir recortando puntos, teniendo que claudicar ante el poderío de Jorge Lorenzo, siendo segundo, pero aprovechando el fiasco de Marc Márquez, quien era décimo tercero, para continuar creciendo a pasos agigantados el italiano.

Dos ceros y un triunfo de por medio ponen contra las cuerdas a Rossi en el Mundial, empezando Márquez a coger distancia

Dando una de cal y una de arena, después de dos buenos resultados, Rossi tendría que volver a sucumbir, pero no quedando en las posiciones de podio, sino concluyendo la carrera antes de tiempo en su Italia natal a causa de un problema en su moto. El cero le hacía perder comba con respecto a Lorenzo y Márquez en el Mundial, pero de nuevo se cobraría la revancha días después en el Gran Premio de Cataluña, siendo el circuito de Montmeló testigo de la segunda victoria del piloto italiano en la temporada, recuperando así puntos de nuevo. Una de cal ya estaba dada, y otra de arena también, pero un nuevo fiasco aparecería en el camino de Rossi cuando en el Gran Premio de los Países Bajos Valentino se veía obligado a concluir la carrera antes de tiempo con un nuevo cero que le alejaba aún más de Marc Márquez, quien era segundo.

Las sensaciones del piloto italiano no mejorarían en absoluto justo antes del parón veraniego. El Gran Premio de Alemania ponía a prueba el poderío mental de Valentino, que necesitaba sí o sí un buen resultado para reengancharse a la pelea por el campeonato, pero la mala suerte aparecería en el camino de Rossi, que concluía la carrera en una discreta octava posición, yéndose así con un sinfín de dudas a las vacaciones. Tras cuatro semanas de descanso en las que clarificar ideas, entrenar y, sobre todo, descansar, la acción volvía en el Gran Premio de Austria, una nueva cita en este 2016 en la que Rossi conseguía recuperar unos pocos puntos con respecto a Márquez, el sólido líder del Mundial, pero quedando a su vez muy lejos del triunfo al tan solo poder ser cuarto.

Buenos resultados enlazados sin soltar a Márquez

No sería hasta el Gran Premio de la República Checa cuando las buenas sensaciones volverían a llegar al box de Valentino Rossi, que estando necesitado de puntos terminaba segundo, un resultado que le hacía llegar con ganas e ilusión al Gran Premio de Gran Bretaña, sumando un nuevo podio, concluyendo la cita en tercera posición, recuperando poco a poco puntos con respecto a Marc Márquez, al concluir el piloto de Cervera tan solo un puesto por detrás del italiano, produciéndose así un férreo marcaje entre la estrella del Movistar Yamaha MotoGP y el Repsol Honda Team. Un segundo puesto en San Marino y una tercera posición en Aragón serían los siguientes resultados que harían acto de presencia en el casillero de Valentino, quedando cada vez más lejos del Mundial, apareciendo en el Gran Premio de Japón la primera opción de título para Marc Márquez, quien se aprovecharía de una caída de Valentino, y un traspiés también de Jorge Lorenzo, para llevarse el triunfo y conquistar el cetro mundial a falta de tres carreras para finalizar la temporada, teniendo por delante Rossi la posibilidad de cerrar el año de la mejor forma posible.

Con 75 puntos en juego, a pesar de estar perdida la primera posición del campeonato, Valentino Rossi tenía ante sí el aliciente: disputar el subcampeonato con su compañero de equipo, Jorge Lorenzo. Llegaba el Mundial a la fría Australia, y con Márquez yéndose al suelo en carrera, las miradas tornaban hacia la posición de Rossi, que concluía en segundo lugar para obtener un buen botín de puntos respecto a un Lorenzo que tan solo podía ser sexto, consolidando el piloto italiano su ventaja en el campeonato días después en Malasia, donde concluía la cita de carreras asiáticas con un nuevo segundo puesto de Valentino, que finalizando justo por delante de Jorge dejaba el subcampeonato en el bolsillo a falta de tan solo una carrera para final.

A casi cincuenta puntos del título

Cerrando una mala temporada, en la que quedaba muy lejos del título, Valentino Rossi brindaba un bello espectáculo al público que llenaba, como de costumbre, las gradas de Cheste, finalizando en cuarta posición, para comenzar a pensar en 2017 al haber concluido el 2016 con 249 puntos, a ni más ni menos que la friolera de 49 puntos de Marc Márquez. La marcha de Jorge Lorenzo a Ducati deja a Valentino como el jefe de filas del Movistar Yamaha MotoGP un año más, pero ni mucho menos lo tendrá fácil Rossi, que ve como por la derecha aparece una de las jóvenes promesas del motociclismo español que no le pondrá las cosas nada fáciles, y es que Maverick Viñales llega pisando fuerte tras una excepcional temporada en Suzuki.