Nikoloz Basilashvili jugará la final del torneo de Hamburgo después de vencer en la segunda semifinal al chileno Nicolás Jarry en un partido que contó con todos los ingredientes, donde la lluvia también obligó a suspender momentáneamente el encuentro. Con todo, el georgiano supo sobreponerse a todos los obstáculos y se alzó con el triunfo en tres mangas (7-5, 1-6, 6-0).
Ambos tenistas empezaron el partido con un nivel al servicio sobresaliente. Sin embargo, Basilashvili pagó caro su primer despiste y vio como su rival le rompía el servicio en su primera opción de break. Con 4-3 a favor de Jarry, el partido tuvo que suspenderse por la lluvia por unos momentos. En la reanudación, el chileno seguía dominando el juego gracias a su potente servicio.
Con 5-3 a su favor, Jarry se colocó con un 0-40, pero Basilashvili se repuso ganando cinco puntos consecutivos, pasando toda la presión al chileno para cerrar el set. Jarry, que no había perdido ni un solo punto con su saque hasta ese momento, vio como el tenista georgiano no solamente le recuperaba la rotura que tenía de desventaja, sino que además conseguía un segundo break para adjudicarse el set de forma increíble por 7-5.
El segundo parcial iba a ser un visto y no visto, y es que Basilashvili redució drásticamente sus prestaciones sobre la pista y lo pagó encajando un rosco por parte de Jarry, quien parecía lanzado hacia su primera final ATP, en un set donde volvió a demostrar un muy buen nivel con su servicio.
Sin embargo, en el set definitivo el partido volvería a dar otro vuelco inesperado, y es que esta vez sería Jarry el que no encontraría la manera de contrarrestar el juego de Basilashvili, que protagonizó una increíble reacción tras el varapalo del set anterior. El georgiano estuvo a punto de devolverle el 6-0 al chileno, y aunque finalmente no lo consiguió, lo que importaba realmente era la victoria, y esta terminó llegando para él tras una hora y 40 minutos de partido y con un incontestable 6-1 en el tercer set.
Esta será la tercera final ATP para Basilashvili, la primera en un torneo ATP 500. En las dos anteriores, en Kitzbuhel 2016 y en Memphis 2017, el georgiano no pudo levantar el título. Su rival esta vez será el actual campeón del torneo, el argentino Leonardo Mayer, que también tuvo que emplearse a fondo para superar en la primera semifinal al eslovaco Jozef Kovalik (6-7(6), 6-4, 7-6(7)).