El elenco de Mauricio Larriera suma y sigue en un Apertura donde, hasta el momento, lleva tres ganados de tres disputados, sumando once goles a favor. Dato curioso, ya que la falta de efectividad era algo que preocupaba al técnico floridense, debido a que su equipo solo había logrado anotar 19 tantos en todo el Clausura.

Los dirigidos por Edgardo Arias tienen un panorama totalmente diferente, y es que los negros de San Carlos suman ya tres derrotas en tres fechas, lo cual podría complicar, aunque todavía falte mucho, su permanencia en primera.

El partido arrancaba bien para el cervecero. En un pasto deteriorado, donde la pelota se pozeaba, la visita hacía valer su poderío ofensivo con buenas combinaciones en ataque, generando peligro al arco de un Barlocco que respondió de gran manera, salvando varios tiros de gol de forma espléndida.

El marcador se abrió sobre la mitad del primer tiempo, en un córner ejecutado por Juan Pablo Rodríguez que cabeceaba Zabala con potencia, anotando el primero en su cuenta personal de éste campeonato uruguayo.

Luego llegaban algunas ocasiones de peligro sobre ambos arcos, sobre todo en el ateniense, donde una gran actuación del arquero evitaba una mayor ventaja para los racinguistas.

En la segunda mitad apareció la polémica. El local cambió la cara completamente y se mostró mucho más eficaz arriba, hasta que en el minuto 60', un penal de Brasesco -quien debió ver la segunda tarjeta amarilla-, les permitió anotar el ansiado empate.

Poco después, el azulgrana Michel Acosta impactaba la pelota con la mano y veía la roja por doble amonestación, dejando a los suyos con 10. Aún así, no cesaban los intentos del local por hacerse con la victoria, teniendo, incluso, un tiro que quedaba en la línea y era despejado in extremis por Lalo Aguilar.

A los 73', tras un agarrón en el área ateniense, Juncal señalaba penal, que Gabriel Fernández se encargaba de convertir para devolver la ventaja al albiverde. Oxígeno para un equipo de Larriera que recuperaba el manejo de la pelota y su buen juego característico. Para más inri, el zaguero Pompeu vió la roja tras una agresiva patada sobre Nicollini, dejando con nueve a los de San Carlos.

Pese a ir ganando, a la escuelita le costaba cerrar el partido, pero todo quedaba finiquitado sobre el final, cuando Tabó, tras un gran desborde en velocidad, cayó derribado en el área, para que, otra vez desde los once pasos, Fernández liquidara el encuentro con un remate calcado al de su gol anterior.

La nota negativa para los de Larriera fue la lesión de Agustin Gutiérrez, quien ingresó en el segundo tiempo y se fue lesionado pocos minutos después, tras fracturarse el quinto metatarsiano.