Tigres y Pachuca, viejos conocidos en finales

Los Tigres de la UANL y los Tuzos del Pachuca se verán las caras en la jornada 9 del Torneo Grita México Clausura 2022, lo que sin duda trae muchos recuerdos acerca de las finales disputadas entre ambos equipos.

Tigres y Pachuca, viejos conocidos en finales
Fuente: VAVEL
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Por Hugo Rodríguez Pérez

A inicios de este milenio, se forjó una fuerte rivalidad entre Tigres y Pachuca, la cual estuvo en su punto más alto entre 2001 y 2003 donde ambas escuadras se vieron las caras en la final del futbol mexicano.

Los de la Bella Airosa se convirtieron en un verdadero dolor de muelas para el conjunto felino, pues en ambas ocasiones le arrebataron el título a pesar de que el cuadro regiomontano había sido el líder general de la competencia y, por ello, partía como el claro favorito.

Invierno 2001: la genialidad del “Cuqui” Silvani que silenció al Volcán

Para entender el comienzo de la rivalidad, debemos remontarnos al ya lejano torneo del Invierno 2001. En aquel certamen, Ricardo el “Tuca” Ferretti cumplía su tercer torneo al frente del equipo y contaba en el plantel con gente de mucha experiencia como Claudio Suárez, Joaquín del Olmo, Antonio Sancho y Jesús Olalde, además del brasileño Irenio Soares, quien agregaba su explosividad al ataque. Por su parte, el Pachuca conservaba la base del equipo que venía de sucumbir en la final del torneo anterior ante el Santos Laguna, además de algunos jugadores de experiencia que habían levantado el título un par de años atrás frente a Cruz Azul, como Gabriel Caballero, Alfonso Sosa, Alberto Rodríguez y Manuel Vidrio.

El juego de ida se jugó el miércoles 12 de diciembre en el Estadio Hidalgo, y aquí sería donde el cuadro tuzo aprovecharía para sacar una ventaja que a la postre sería definitiva. Un par de goles en menos de 5 minutos, a cargo del Walter Silvani y Sergio Santana, marcarían el rumbo del encuentro, donde la escuadra felina además se vería afectada por una expulsión temprana de Irenio Soares, cuya ausencia sin duda pesaría en el juego de vuelta.

El partido definitivo se llevó a cabo el sábado 15 de diciembre en la cancha del Estadio Universitario, que lució un lleno hasta las lámparas. Jesús Olalde abriría la cuenta al minuto 19 del primer tiempo, lo que sin duda hizo albergar la esperanza de la remontada en la afición felina, pero un inspirado Miguel Calero se vistió de héroe en más de una ocasión para detener todos los embates del cuadro universitario.

La tragedia para los de San Nicolás de los Garza se consumaría al minuto 71 de tiempo corrido, cuando Silvani tomó el balón delante del medio campo y, tras conducir unos metros, sacó un potente disparo desde tres cuartos de cancha que venció la estirada de Óscar Dautt. De esta manera, el Pachuca conseguía el segundo título en su historia.

Fuente: Club Pachuca
Fuente: Club Pachuca

Apertura 2003: la revancha que no pudo ser

Tan sólo un par de años después, Tigres y Pachuca se volverían a ver las caras en la final del torneo de Apertura 2003. Para este campeonato, los universitarios ya se encontraban bajo las órdenes del argentino Nery Alberto Pumpido, y se habían sumado al plantel jugadores de mucha calidad, donde sin duda destacaban los nombres de Walter Gaitán, Néstor Silvera y el experimentado arquero argentino Gustavo Campagnuolo.

Del lado de Pachuca, la base era prácticamente la misma que la del Invierno 2001, con un Miguel Calero que pasaba por su mejor momento en el futbol mexicano, sumado a la experiencia de Alberto Rodríguez, Francisco Gabriel de Anda, Marco Antonio Sánchez Yacuta y Néstor Vidrio en la zaga, la explosividad de Andrés Chitiva, el liderazgo de Gabriel Caballero y la consolidación de una joven promesa llamada Adolfo Bautista, que venía de disputar un par de finales con el equipo de Monarcas Morelia.

Este torneo, el equipo de la UANL volvería lograr el liderato general con 38 puntos, por lo que el partido de ida se jugó nuevamente en tierras hidalguenses el miércoles 17 de diciembre, y de nueva cuenta, el equipo tuzo obtendría una ventaja que terminaría por ser definitiva. Al minuto 23 se dio una desafortunada jugada, donde el arquero Campagnuolo midió mal un centro y no pudo despejarlo, por lo que la pelota rebotó en Hugo Sánchez Guerrero y se fue al fondo de las redes.

Para el segundo tiempo, la escuadra universitaria consiguió el empate momentáneo al minuto 59 en los botines de Irenio Soares, pero el gusto le duró poco a los Tigres, pues el Pachuca se iría nuevamente al frente en el marcador 18 minutos después gracias a un espectacular tiro al ángulo del “Bofo” Bautista. Cuando el partido estaba por terminar, nuevamente el “Bofo” causaría estragos en la defensa regia, pues entró con el balón controlado al área y fue derribado, provocando de esta manera un penal que sería convertido por Francisco Gabriel de Anda y que, a la postre, significaría el tanto del campeonato para Pachuca.

El juego de vuelta se desarrolló en el Volcán el sábado 20 de diciembre. Fue un encuentro muy cerrado, con pocas oportunidades claras de gol por parte de ambas escuadras, y que estuvo más marcado por el juego brusco que derivó en 4 expulsiones, tres para el cuadro felino y 1 para el cuadro hidalguense.

La primera tarjeta roja para los universitarios llegó al minuto 64 por doble amarilla para Antonio Sancho, quien se encontraba muy alterado debido a que un minuto antes le habían anulado un gol a Tigres en una jugada donde, además, reclamaban un posible penal por una supuesta mano de Gabriel Caballero. Tan sólo 10 minutos después vino el acabose para los dirigidos por Nery Pumpido, pues Lalo Rergis se fue expulsado con una tarjeta roja directa por un planchazo sobre Andrés Chitiva. Y nuevamente 10 minutos después, al 84’, Irenio Soares de plano perdió la cabeza, producto de la impotencia, y le propinó un cabezazo artero a Chitiva, lo que provocó que Tigres se quedara con 8 hombres.

En una muestra de vergüenza deportiva, el cuadro de la Sultana del Norte conseguiría el gol al minuto 90 por conducto de Silvera, pero sería insuficiente y el global quedaría 3-2 a favor de Pachuca, que de esta forma volvería a ser el verdugo de los Tigres para lograr su tercer título en el futbol mexicano.

Fuente: Club Pachuca
Fuente: Club Pachuca

Liga de Campeones de la CONCACAF 16/17: la confirmación de la paternidad tuza

Catorce años tuvieron que pasar para que tuzos y tigres volvieran a verse las caras en una final, esta vez en el marco de la Liga de Campeones de la CONCACAF. Y, aunque los planteles eran totalmente distintos a los de las dos finales previas, la historia se volvió a repetir.

El plantel universitario ya contaba para este momento con varias de sus estrellas actuales, como Nahuel Guzmán, Guido Pizarro y André-Pierre Gignac, mientras que por el cuadro hidalguense destacaban los nombres de Franco Jara, Hirving Lozano y Jonathan Urretaviscaya.

A diferencia de las dos finales de liga, en esta ocasión el juego de ida se celebró en el Estadio Universitario de la UANL. A los tres minutos de iniciado el encuentro, en una jugada fortuita, el Pachuca se fue al frente en el marcador con un disparo lejano del “Dedos” López que desvió Guido Pizarro y dejó sin oportunidad a Nahuel Guzmán. No obstante, el equipo del “Tuca” Ferretti no bajó los brazos y, al minuto 32, consiguió el tanto de la igualada gracias a un balón que no pudo controlar el portero Alfonso Blanco y dejó a merced de Ismael Sosa para que sólo llegara a empujar el balón.

Al minuto 66 se presentaría una inmejorable oportunidad para que el cuadro felino se fuera al frente cuando, en un tiro de esquina, Erick Gutiérrez cometió una mano clara que fue bien marcada como penal por el árbitro central; sin embargo, Eduardo Vargas desperdició la ocasión al cobrar a media altura, permitiendo que Alfonso Blanco rechazara su disparo.

El juego de vuelta, desarrollado en la cancha del Estadio Hidalgo, fue muy trabado y con pocas llegadas de peligro. Al minuto 32, un disparo de Gignac se estrelló en el poste, en lo que fue una de las jugadas más claras para el cuadro felino, mientras que al minuto 70, Nahuel Guzmán despejó un balón de forma incorrecta, estrellándoselo a Víctor Guzmán, poniendo en riesgo su marco. La jugada clave del partido vino al minuto 77, cuando Guido Pizarro vio la segunda tarjeta amarilla, dejando en inferioridad numérica a su equipo.

Esto fue aprovechado por el Pachuca, que se fue al frente en busca del gol de la victoria, el cual llegaría en los botines de Franco Jara, quién al minuto 82 aprovechó un mal rechace de Nahuel a un disparo lejano del “Chucky” Lozano, para simplemente empujar el balón a las redes. Con esto, Tigres perdía su segunda final consecutiva de la Liga de Campeones de la CONCACAF y, además, su tercer final en la historia en contra de los Tuzos del Pachuca.