Viernes noche, el inicio del fin de semana, el momento perfecto para salir o descansar, cada cual como desee. Y aunque es cierto que descansar con tu manta, tus palomitas y tu película favorita es un buen plan, no hay mejor manera de empezar un fin de semana que con un FC Barcelona- RCD Mallorca, un verdadero planazo.
Ambos equipos llegaban al partido con esperanzas de sumar tres puntos muy valiosos para seguir con sus respectivos objetivos, los culés con ganas de mantenerse en la lucha por el título y el Mallorca buscando alejarse, aún más, de los puestos de descenso para certificar su presencia, otro año más, en primera.
Antes del inicio del encuentro, tras el saludo de los jugadores y el sorteo de campo, el delantero polaco del FC Barcelona Robert Lewandowski, que no partía de inicio, mostraba a los aficionados el premio al jugador del mes de febrero de la Liga EA Sports, fruto del gran mes del ex del Bayern.
Primera Parte
El partido comenzó lento, previsible y sin apenas ocasiones, aunque, como era de esperar, era el FC Barcelona el equipo que mantenía el balón. Los de Xavi, que no se pudo sentar en el banquillo por suspensión, no tenían grandes ocasiones, pero probaban a Rajkovic, fue concretamente un disparo de Jules Koundé que hizo trabajar al serbio para detener un disparo algo centrado.
Pero en el minuto 20 de partido, tras una internada de Raphinha al área mallorquinista, Iglesias Villanueva acudía al VAR para comprobar un posible penalti sobre el extremo brasileño, que el día de hoy partía como interior ante las bajas del conjunto culé. Tras poco tiempo de revisión, Iglesias Villanueva determinaba que había penalti a favor del conjunto local, un penalti que Ilkay Gündogan no transformaría tras adivinar Predrag Rajkovic la trayectoria del golpeo del alemán.
Tras el penalti, el Mallorca se creció y comenzó a aumentar la intensidad, algo que se vio reflejado en una rápida contra en la que Larin no pudo encontrar a Muriqi después de que su pase lo cortase Pau Cubarsí.
En el minuto 36 de partido el Barça tuvo que mover ficha, ya que Raphinha se tenía que marchar con molestias, probablemente causadas por la jugada en la que el brasileño cayó tras un encontronazo con Copete, en su lugar entró Fermín.
Con poco más ocurriendo en lo que restó de primera parte, Iglesias Villanueva indicaba el término de la misma en lo que estaba siendo un partido sin claro dominador.
Segunda parte
El inicio de la segunda parte fue muy parecido al de la primera, fútbol lento y sin apenas ocasiones. Sin embargo, el partido pasó de nada a mucho después de que, tras una falta provocada por Iñigo Martínez, que supuso la tarjeta amarilla para el central, Vedat Muriqi cabecearía el balón al larguero y, posteriormente, Manu Morlanes erraría dos ocasiones, aunque de haber sido gol estas hubiesen sido anuladas por fuera de juego del kosovar.
Y es que de largueros iba la cosa ya que, tan solo tres minutos después de la ocasión del pirata, el jóven Lamine Yamal mandaría el balón al larguero tras un potente golpeo dentro del área que Rajkovic desvió levemente.
El Barça seguía creciéndose y comenzaba a mover el balón con mayor rapidez en zona ofensiva, algo que se pudo ver en una jugada combinativa que Ilkay Gündogan no pudo transformar.
Al igual que le pasó al FC Barcelona con Raphinha en la primera mitad, el RCD Mallorca tendría que mover ficha por lesión después de que, tras despejar un balón, Toni Lato tuviese que marcharse del terreno de juego por aparentes molestias en la pierna, un parón que Aguirre aprovechó para quitar a Sergi Darder, en su lugar salieron Jaume Costa y Antonio Sánchez.
Tras estarlo intentando durante todo el partido, la insistencia de Lamine Yamal tuvo sus frutos ya que, tras un gran recorte dentro del área, el hispano-marroquí ponía el balón en la misma escuadra, adelantando al Barcelona en el minuto 72 con una jugada muy similar a la que había mandado al larguero minutos antes.
Los últimos minutos del partido fueron un correcalles total, quizá algo tenía que ver que el escenario del partido haya albergado tantas pruebas de atletismo, aunque seguro que no con tanta tensión como los últimos minutos del partido, período en el que ningún equipo retuvo el balón el tiempo suficiente, queriendo unos certificar la victoria, y otros rascar un empate.
En lo que fue un partido muy disputado, el FC Barcelona se quedó con los tres puntos en un partido de suma importancia ante el finalista de Copa del Rey. Una actuación, que no convenció al público culé, que en varias ocasiones abucheó a sus jugadores, pero que da alas a un Barcelona que sigue sin encontrarse. Por otro lado, el Mallorca no consiguió encontrarse cómodo en ningún momento, algo que explica su actuación "irregular" durante el encuentro.