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Debate VAVEL Boxeo: la actualidad del pugilismo argentino

Luego de ver caer en Mar del Plata a Fabián Andrés “TNT” Maidana, quien fue llamado en instancia previa a la pelea “el sucesor”, nuevamente el boxeo argentino entra en disputa sobre si hay futuro y si se puede mejorar la actualidad. Un análisis sobre lo que sucede hoy en día en el deporte de los puños a nivel nacional. 

Debate VAVEL Boxeo: la actualidad del pugilismo argentino
Fotomontaje: Luis Acosta Montero - VAVEL Argentina
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Por Luis Ariel Acosta Montero

No hay sucesor, no habrá era dorada, solo habrá que esperar: Luis Acosta Montero

Fotomontaje: VAVEL Argentina
Fotomontaje: VAVEL Argentina

En un nuevo año todo un país estaba listo y esperanzado para recibir a un púgil que retornara a la luz y tener auge en el mundo del Boxeo, pero ciertamente Argentina aún no se encuentra lista para salir de las sombras y tener protagonismo como hoy lo tiene Estados Unidos, Reino Unido, Filipinas, México, entre otros.

Hoy en día esa posibilidad está lejos. En Argentina debido a que por parte de la organización local como lo es la Federación Argentina de Boxeo (FAB) no propone una camada de luchadores que puedan tener una oportunidad a nivel internacional, y en donde tampoco tengan rápidamente que luchar en el mundo titular. Con lo último mencionado se debe agregar que las épocas de Nicolino Locche, Carlos Monzón, Oscar “Ringo” Bonavena, Víctor Galíndez, entre otros, quedaron en las memorias de muchos pero menos de las personas mas importantes como ser los nuevos boxeadores, entrenadores y la FAB.

Las épocas de aquel boxeo donde se trabaja desde la puntualidad para poder practicar hasta cómo estudiar al rival a partir de las técnicas y tácticas quedaron atrás, porque ahora solo parece ser un deporte de negocio amplio, al estilo de Floyd Mayweather y en Argentina no desconoce lo que son los billetes afortunados porque hoy en el mundo del pugilato no vende la técnica y destreza en la disciplina de dicho luchador sino por su popularidad o bien lo que ellos planteen de lo que quieren ganar para llegar a un acuerdo.

Y es así como la FAB, actuales pugilistas e incluso hasta los entrenadores que se encuentran en la única burbuja que no explota y sigue avanzando, mientras que el concepto de dicho deporte se hunde entre los aficionados albicelestes. Cabe subrayar que también en otra perspectiva los entrenadores señalan que el interés de los púgiles de hoy en día no es como los que tenían los boxeadores antes mencionados porque no cumplen desde el compromiso rutinario hasta la técnica que debe desarrollar en el cuadrilátero.

De esta manera se puede observar que el boxeo argentino ha tenido una transformación y ha pasado de ser un deporte/trabajo  personal de un  nivel económico humilde y por personas apasionadas por el mundo del guante clásico, a llegar a ser el negocio de los magnates, de algunos ex boxeadores quienes se convierten en promotores o empresarios boxísticos. Ahora solo resta ver lo que si el pugilato argentino agarra otro ruta o sigue por el mismo carril como se prevé para este 2019.

   Etapa de transición en el boxeo argentino: Adrián Gallardo

Fotomontaje: Adrián Gallardo - VAVEL Argentina
Fotomontaje: Adrián Gallardo - VAVEL Argentina

El boxeo argentino pasa por una etapa de transición en la que carece de figuras rutilante que den que hablar en el mercado principal de este deporte. El único campeón mundial en la actualidad es el bonaerense Brian Castaño, quien es titular ''regular'' superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo. El Boxi es el único pugilista laureado en este momento y está próximo a pelear con el cubano Erislandy Lara, en lo que será el combate más importante de su carrera y con diferencia.

A nivel internacional se siente mucho la ausencia de boxeadores notables como Sergio Maravilla Martínez y Marcos el Chino Maidana, que fueron los dos mejores de los últimos quince años y que encumbraron a Argentina en el boxeo mundial durante un notable tiempo. Salvo contadas excepciones, los púgiles que salen de nuestro país para combatir en el exterior van ''de punto'' como se dice en la jerga de este deporte: salen con todo en contra y con su rival infinitamente superior en las apuestas.

Párrafo aparte para boxeadores como Fabián Maidana, Jesús Cuellar o César Barrionuevo, quien en su momento exhibieron muy buenas actuaciones, tanto a nivel nacional como internacional, pero que en sus últimas actuaciones, no estuvieron a la altura y cayeron de forma clara ante rivales (en los casos de Cuellar y Barrionuevo) de mayor jerarquía. Raro es el caso de TNT Maidana, hermano menor del Chino, quien el pasado sábado tuvo una noche para el olvido en Mar del Plata, cayó inesperadamente ante el venezolano Jaider Parra y ahora deberá barajar y dar de nuevo, ya que condiciones no le faltan y aún es joven para poder replantearse ciertas cuestiones y poder tener su oportunidad ante un oponente importante.

En parte, las frustraciones de los boxeadores argentinos en el exterior, se debe al bajo nivel que tiene el ámbito nacional, con muchas peleas con falta de equivalencia, duelos con pugilistas sudamericanos de récord dudoso (generalmente provenientes de Colombia y Venezuela) por títulos regionales para poder vender el combate en televisión. También cabe resaltar la falta de maestros de la vieja escuela, ya que son pocos los entrenadores con la visión técnica y con la capacidad docente para con sus pupilos, que hay en la actualidad.

Habrá que ver pasa este año con pugilistas como Gustavo Lemos (quien ganó el último sábado), Agustín Gauto o Jeremías Ponce, que demostraron muy buenas condiciones para el nivel local, pero necesitarán reafirmarlo en el ámbito internacional y ante rivales de cierto nombre, si quieren obtener en algún momento la chance de combatir por una eliminatoria o título mundial. Por lo pronto el boxeo argentino se encuentra en un pasadizo en el que es difícil encontrar la salida y en el que todos: boxeadores, entrenadores, promotores y periodistas, debemos aportar un granito de arena para que nuestro querido deporte, pueda salir adelante en este sinuoso y complicado momento.