La llegada del nuevo cuerpo técnico a San Lorenzo, con Pablo Guede como entrenador, no fue buena en un comienzo, para Juan Mercier quien pasó de ser el alma del equipo, el doble cinco ideal, junto a Ortigoza en la era Bauza, que todo equipo hubiera querido tener entre su plantel a no concentrar por varios partidos seguidos.
El director técnico azulgrana probó en los amistosos de verano con el ‘Pichi’ como marcador central, puesto que no es habitual en él, por lo que su rendimiento estuvo desaprobado; y tras dicha prueba el ex mediocampista de Argentinos Juniors no volvió a pisar un campo de juego por varias semanas.
Los rumores sobre la mala relación entre Mercier y Guede comenzaron a esparcirse; y hasta se corrió la posibilidad de que el volante central iba a rescindir su contrato con la institución de Boedo. Estas especulaciones terminaron cuando el ‘Pichi’ empezó a estar en la lista de concentrados y las aguas terminaron de calmarse cuando en la fecha seis, San Lorenzo enfrentó a Gimnasia de La Plata, encuentro que finalizó empatado sin goles y Mercier estuvo en el once titular.
Las asperezas de a poco iban quedando en el pasado y sólo eran una anécdota más. Mercier ganaba minutos semana a semana; hasta que nuevamente la dupla central, Ortigoza – Mercier, se convertía en el corazón del equipo de Boedo y era la clave para otorgarle equilibro al equipo. Tanto es así que la lesión que sufrió en la semana previa a la última fecha de la finalización de la Zona 1 del campeonato, provocara en Pablo Guede un gran problema a la hora de definir quien sería el acompañante de Ortigoza.
El semestre del ‘Pichi’ Mecier fue de menor a mayor, empezó con problemas en lo personal pero supo sobreponerse a las adversidades y recuperar el puesto en el mediocampo en donde tantas alegrías le dio al pueblo azulgrana.