Frente a una multitud de 17.800 personas con entradas agotadas en el Staples Center de Los Ángeles, TJ Dillashaw arrolló a Cody Garbrandt en el evento principal para retener su título de peso gallo. El evento co-principal vio a Henry Cejudo conmocionar al mundo y enojar a Demetrious Johnson para que se convirtiera en el campeón de peso mosca.
Cejudo dijo después de su victoria que quería hacer lo que Johnson no haría: subir hasta 135 libras y luchar contra Dillashaw. Inicialmente, al dos veces campeón gallo le gustó la idea, pero se retractó del sentimiento cuando se le preguntó durante su conferencia de prensa posterior a la pelea.
“No creo que Cejudo merezca una oportunidad por el título de las 135 libras”, dijo Dillashaw. “(Joseph) Benavídez acaba de vencerlo. Aunque estoy abierto a lo que sea”.
Los dos campeones no son los que toman esas decisiones importantes. El que lo hace, el presidente de UFC, Dana White, adora cuando sus muchachos quieren enfrentar diferentes desafíos, pero no está seguro si ese será el siguiente paso para Cejudo y Dillashaw.
“Me encantan los hombres que quieren pelear contra todos”, testificó White. “Amo a los individuos que están dispuestos a saltar, y creo que los fans aman chicos de esa manera, también. Así que, eso siempre es bueno escuchar. Me encanta, pero no sé. Vamos a ver lo que se viene y vamos a averiguar”.
“La razón por la que Conor McGregor es una gran estrella es porque es ese tipo y lo hará. Saltará y luchará en cualquier lado y peleará con cualquiera. Cuando tienes esa mentalidad, a la gente le gusta”. Antes de que cualquier conversación sobre un enfrentamiento Cejudo-Dillashaw vaya más allá, Johnson merece una oportunidad de recuperar su cinturón.
Fue el primer campeón de peso mosca, estuvo invicto durante siete años y estableció el récord de UFC con 11 defensas consecutivas del título. Para sorpresa de muchos, considerando su fría relación a lo largo de los años, White no parecía demasiado entusiasmado con que Johnson obtuviera una revancha inmediata.
“Esa también es una posibilidad”, dijo White. Al ingresar al UFC 227, la gente estaba abajo en la tarjeta porque estaba encabezada por peleadores de las divisiones de peso gallo y peso mosca. De las 12 peleas que tuvieron lugar el sábado por la noche, nueve de ellas pesaron menos de 135 libras.
Demasiado pronto para proyectar números de pago por evento, el Staples Center se llenó hasta las vigas con los fanáticos saltando de sus asientos para las últimas dos peleas de la noche.