Tras la marcha de jugadores importantes y los problemas de salud de Chris Bosh, parecía que la franquicia de Florida iba a recibir un duro golpe. Sin embargo, Erik Spoelstra supo sacar todo el jugo de un grupo de jugadores con ganas de demostrar que seguían siendo capaces de dar mucha guerra.

Un inicio de temporada complicado

La franquicia de South Florida empezaba el año 2017 con un sabor agridulce, en medio de la primera temporada sin Dwyane Wade en el equipo, en la que se confirmó la retirada de Chris Bosh del baloncesto profesional por sus problemas de salud, y en la que destacaban figuras como el esloveno Goran Dragić y Hassan Whiteside, el cual acababa de firmar un contrato de más de 20 millones por temporada después de haber jugado dos temporadas en los Heat cobrando menos de un millón en cada una de ellas.

La plantilla, rodeada por veteranos como James Johnson, Wayne Ellington o Udonis Haslem, acompañada de la juventud de Justise Winslow, Josh Richardson o Tyler Johnson, era muy equilibrada, tanto el quinteto inicial como los hombres del banquillo y parecía apta para los playoffs visto el bajo nivel de la parte baja de la Conferencia Este, pero no empezó bien, con un balance de 10-24 al finalizar el 2016.

Con el año nuevo, llegó la mejora

Las dos primeras semanas del mes de enero tampoco mejoraron las cosas, con un balance de 1-6, pero fue a partir del 17 de enero donde todo cambió para los Heat. Un equipo que parecía destinado a la reconstrucción después de la marcha de su franchise player y la retirada anticipada por lesión de su segunda espada, todo parecía indicar que Pat Riley echaría por la borda la temporada, buscaría el tanking y conseguir una elección alta en el próximo draft, pero, gracias al gran Erik Spoelstra (terminó segundo en la votación al Entrenador del Año) y a una plantilla comprometida, dio comienzo una de las mejores segundas partes de temporada jamás vista en la NBA. Para empezar, una racha de 14-2, con hasta 13 victorias consecutivas, que puso a la franquicia con un récord de 25-32 a la llegada del parón del All Star.

Un final de temporada al nivel de los mejores

A partir de ahí, finalizarían la temporada con un balance del 50%, es decir, 41 victorias y 41 derrotas, aun que finalmente no les bastó para acceder a la post temporada, ya que terminaron novenos en el Este, empatados con el mismo récord que los Chicago Bulls, pero al haber perdido el su enfrentamiento directo, quedaron por detrás. Desde el cambio de año hasta el final de temporada, los Heat acumularon un récord de 31-17, uno de los mejores de toda la NBA.

Liderados por un magnífico Dion Waiters que erigió como el sustituto de Dwyane Wade en los momentos calientes de partidos y un gran Goran Dragić (promedios de 20,3 puntos y 5,8 asistencias), consiguió una gran mejoría en defensa con la presencia en pista de jugadores como Justise Winslow o James Johnson, capaces de defender múltiples posiciones, y la seguridad interior del descomunal Hassan Whiteside (17,0 puntos, 14,1 rebotes y 2,1 tapones), que terminó 6º en la votación al mejor Defensor del Año.

Las calabazas de Gordon Hayward

El verano de 2017 empezaba para los Heat con un período de agentes libres muy interesante, ya que la Liga les retiró el salario de Chris Bosh (más de 20 millones/año), lo que les permitía intentar pescar unos de los peces gordos de la agencia libre. El objetivo para Pat Riley era claro, quería a Gordon Hayward. Hicieron todo lo posible por convencerle, incluso llegaron a colgar pancartas con su foto en los aledaños del pabellón. Pero finalmente, el alero, decidió abandonar los Utah Jazz para reencontrarse con su entrenador de la universidad en los Boston Celtics.

Después del fracaso en el intento del fichaje de Hayward, los Heat adquirieron a Kelly Olynyk vía agencia libre, que venía de los Boston Celtics, y renovaron los contratos de Dion Waiters y James Johnson, los cuales venían de haber completado sus mejores temporadas como profesionales, y consiguieron una gran y merecida mejora en sus salarios. Con el pick 14º del Draft, eligieron al pívot Bam Adebayo.

Las lesiones no están permitiendo seguir la buena racha

Hasta el momento, en la temporada 2017-2018 los Miami Heat cuentan con un balance de 17-16, siendo un equipo irregular, no está siendo tan bueno como fue al final de la última temporada ni tan malo como lo fue al principio de la anteriormente mencionada. La ausencia por lesión de Hassan Whiteside (se ha perdido la mitad de los partidos) se está notando y los aficionados de los Heat esperan que vuelva cuanto antes, puesto que la entrada en playoffs del equipo no está para nada garantizada, cosa que parecía visto el final eléctrico de la última campaña. La mejoría en la zona media-baja del Este con equipos como Indiana, Detroit o Philadelphia han complicado las cosas para los del sur de Florida, pero una vez más, se encomendarán a su gran entrenador coach Spo y al juego en equipo en el que no existen egoísmos.

El equipo sigue siendo liderado en la estadística por Dragić y Waiters, aunque estos han bajado un poco sus promedios, y la incorporación de Olynyk está siendo muy buena, aportando puntos y amplitud en cancha desde el banquillo.

Dion Waiters encontró finalmente su sitio en South Florida

Después de su inicio en Cleveland Cavaliers, donde parecía que iba a formar una gran pareja anotadora junto a Kyrie Irving, la llegada inesperada de The King frustró sus planes de futuro y terminó siendo traspasado a Oklahoma City, donde unió fuerzas con Russell Westbrook, y su nivel bajó considerablemente, de una de las promesas anotadoras de la posición de escolta pasó a ser un jugador de banquillo más. En verano de 2016 firmó por los Miami Heat y encontró su sitio. Volvió el Dion Waiters de los clutch shots, volvió el Dion Waiters anotador, y volvió el Dion Waiters que todos esperaban desde que fue drafteado. La marcha de D-Wade de los Heat le abrió el puesto de shooting guard para él y vaya si lo aprovechó. De promediar 9.8 puntos 2.0 asistencias y 2.6 rebotes en su última temporada en Oklahoma City, sus números alcanzaron los 15.8 puntos, 4.3 asistencias y 3.3 rebotes.

A esperas de una genialidad más de Pat Riley

Las sensaciones de este año 2017 en los Heat son muy buenas. El final de temporada fue impresionante, pese a la no clasificación para los playoffs, se ganaron el respeto de todos los aficionados. Sin duda alguna, el objetivo del equipo para esta presente temporada es conseguir un billete para la post temporada y rendir al máximo nivel posible, dar la cara y atraer las miradas de los grandes peces gordos de la próxima agencia libre donde destacan nombres como los de LeBron James, Chris Paul, Paul George, DeMarcus Cousins, Isaiah Thomas o Avery Bradley; que sin duda elevarían el nivel de estos Heat, convirtiéndolos en uno de los mejores equipos de la Conferencia Este.

Se esperan buenas sensaciones de cara al año 2018 en Florida, especialmente en verano, donde se espera que Pat Riley vuelva a hacer de las suyas.