La 30ª edición de la Clásica de Almería tiene el nombre de Magnus Cort Nielsen (Oricca-Scott). El ciclista danés, doble vencedor de etapa en la Vuelta a España 2016, se impuso en un apretado sprint en Roquetas de Mar. Rüdiger Sellig (Bora-Hansgrohe) y Jens Debusschere (Lotto-Soudal), segundo y tercero, respectivamente, no fueron capaces de superar a Cort Nielsen. La participación española estuvo representada en los primeros puestos de la clasificación por Carlos Barbero (Movistar Team), que finalizó en cuarto lugar.

El perfil de la Clásica de Almería no daba pie a equivocación, pues todo final que no acabara con un sprint masivo sería una auténtica sorpresa. Los 190,5 kilómetros que separaban las localidades de Almería y Roquetas de Mar se presentaban sin a penas dificultades montañosas, haciendo de los velocistas los grandes protagonistas de la prueba.

Un pelotón en busca de la escapada

Los primeros kilómetros después de la salida, pasados por agua, fueron muy movidos. Diferentes equipos buscaban la posibilidad de formar una fuga con muchos corredores y tener la opción de llegar a la línea de meta. A pesar de ello, uno de los primeros movimientos cuajó. A partir de ese momento, el pelotón mantuvo la calma para dejar que los tres integrantes de la fuga, Berden De Vries (Roompot), Kennet Van Rooy (Topsport Vlanderen-Baloise) y Timothy Dupont (Willems-Crelan), cogieran un ventaja holgada.

Fase de transición tras la formación de la fuga

Los kilómetros posteriores a la formación de la fuga estuvieron marcados por el control del pelotón sobre los escapados. Poco a poco la distancia a meta era menor y en ningún momento el gran grupo cejó en su empeño de mantener una diferencia salvable en los kilómetros finales. Las cotas con las que contaba el recorrido no tuvieron ninguna importancia finalmente, pues el gran trecho entre la zona más escarpada y la meta dificultó que se produjeran movimientos con la intención de avivar la carrera y evitar el sprint.

El circuito final acabó con la fuga 

La parte final de la Clásica de Almería contaba con un circuito en el que los ciclistas debían realizar tres pasos por la línea de meta. La entrada en el circuito supuso el fin de la aventura de los tres ciclistas que durante más de 100 kilómetros mantuvieron la cabeza de carrera. A raíz de que la fuga fuera neutralizada, los equipos de los sprinters comenzaron a aumentar el ritmo para esquivar posibles ataques e ir preparando la llegada.

Bryan Coquard,           fuera de la lucha por una caída

La electricidad y el nerviosismo vivido en los instantes finales para ocupar los puestos de cabeza, y tener una buena posición con la que afrontar el sprint, produjo una caída. Esta situación partió el pelotón y dejó fuera de combate a uno de los máximos favoritos a la victoria, Bryan Coquard.

Magnus Cort Nielsen fue el más rápido

Podio de la Clásica de Almería | Fotografía: BORA-Hansgrohe
Podio de la Clásica de Almería | Fotografía: BORA-Hansgrohe

Con Bryan Coquard eliminado, la lista de posibles ganadores se ampliaba considerablemente. La caída provocó que muchos equipos quedaran mermados en cuanto a sus efectivos con los que preparar el sprint. Este hecho produjo que la llegada masiva fuera mucho más alocada, aunque los ciclistas de de Oricca-Scott fueron capaces de controlarla para favorecer a los intereses de su hombre rápido, Cort Nielsen. El ciclista danés, a pesar del gran esfuerzo de Selig, no desaprovechó el trabajo de su equipo y se impuso con solvencia en la 30ª edición de la Clásica de Almería.