Sebastian Vettel vuelve al escenario del momento más polémico de su carrera en Formula 1, Bakú, donde chocaba intencionadamente con Lewis Hamilton reprochándole que este le frenara excesivamente tras el coche de seguridad.

Como sucediera el año pasado, Vettel llega líder a Azerbaiyán, esta vez es la cuarta carrera del mundial y la distancia entre ambos es de 9 puntos. Eso si, Mercedes aun no ha logrado la victoria en un campeonato que esta mostrando una igualdad nunca vista en la era híbrida.

Lo sucedido en 2017 será difícil de olvidar tanto para los aficionados como para el tetracampeón del mundo, que se ha mostrado arrepentido por un calentón innecesario e impropio de un deportista de la categoría del alemán.

Vettel confiesa al medio alemán Welt: "Tras la carrera, tenía el peor sentimiento. Tuve que tratar de resolverlo. Pero así es la vida. Las cosas que fastidias tú mismo, son las que más duelen".

Este incidente ha hecho madurar a Vettel en ese sentido y se pudo ver al mostrarse mucho más comedido en el Gran Premio de China, cuando Verstappen embestía al alemán, provocándole la pérdida de varias posiciones y daños graves a su monoplaza. 

"Estaba tranquilo en el coche porque tenía que intentar, de alguna manera, llevar el coche hasta la meta para conseguir, al menos, algunos puntos", confesó. Vettel terminaba octavo una carrera en la que salia desde la primera posición y que muchos veían como ganada.

En China ganó Daniel Ricciardo y dada la igualdad existente, esta carrera supone una nueva oportunidad para que Vettel pueda imponerse ante Hamilton si consigue aprovecharse de las dudas que rebosan las balas plateadas y del bajo estado de forma de un Hamilton que, a pesar de estar en uno de sus peores momentos, podría salir lider de las calles de Baku.