La Fórmula 1 se reduce a segundos, milésimas tal vez, que pueden suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso más rotundo. También se reduce a puntos que, al fin y al cabo, son los que marcan la clasificación final. Esto suele apreciarse respecto a pilotos y escuderías que luchan por el título mundial; sin embargo, hay luchas encarnizadas que pueden pasar más desapercibidas para el espectador por tener a escuderías “pequeñas” como actores, pero que no por ello dejan de ser ciertamente importantes.

Es lo que sucede con el caso que se expone a continuación. Manor y Sauber, dos equipos de la zona baja de la tabla que luchan por no ser el farolillo rojo de la clasificación. La balanza en este momento, llegadas las vacaciones al Mundial de Fórmula 1 tras 11 Grandes Premios disputados, queda realmente desequilibrada a favor del equipo británico.

Gran Premio de Austria, el punto de inflexión

La cita austríaca, celebrada el pasado 3 de julio en el circuito de Red Bull Ring, es el escenario. Pascal Wehrlein, el protagonista. Vigente campeón del DTM (el más joven de la historia en lograrlo, con 21 años), fue confirmado como piloto de pruebas en septiembre del pasado año por el equipo Mercedes AMG, quien permitió su participación en esta temporada con Manor. El piloto alemán acabaría dicho Gran Premio de Austria en el 10º puesto, el último que da derecho a puntos, lo que se tradujo en un punto tanto para su casillero como para el de su escudería.

Wehrlein celebra junto a su equipo el punto logrado en Austria (Foto: Sutton Images).
Wehrlein celebra junto a su equipo el punto logrado en Austria (Foto: Sutton Images).

Este hecho tuvo como consecuencia la caída al último lugar del campeonato de constructores del equipo Sauber. La escudería suiza vio así como su principal rival en esta temporada se adelanta en la clasificación, por lo que se ve obligada a puntuar en los nueve Grandes Premios restantes si no quiere acabar en la última posición del campeonato de marcas por primera vez desde que apareció en escena en el año 1993.

La importancia de superar al rival en la clasificación final

Quedar penúltimo o último puede ser un asunto baladí en otros deportes, pero no en la actual Fórmula 1 ya que en juego hay dinero. Mucho dinero. El reparto económico realizado por la FOM, la organizadora del campeonato, tiene muy en cuenta el resultado final en la clasificación. Todo ello obviando las ‘primas’ que concede esta entidad a determinados equipos por su estatus histórico o impacto económico generado, las cuales no perciben ninguna de estas dos escuderías.

Como ejemplo, en la pasada temporada 2015, Manor finalizó en décimo y último lugar en el campeonato de constructores, resultado por el cual ha obtenido para esta temporada un total de 41,3 millones de euros. Por su parte, Sauber acabó en octava posición (aún así fue la penúltima en ingresos debido a las ‘primas’ que percibe McLaren-Honda) y la cifra se ha disparado hasta alcanzar los 47,4 millones de euros. Esta diferencia de 6´1 millones es una cantidad que no supone una gran trascendencia para las escuderías de primer nivel (Ferrari obtuvo unos ingresos de 168,7 millones), pero que sí puede suponer un desahogo financiero para los equipos más pequeños que en muchos casos ven peligrar su continuidad en el Gran Circo por motivos económicos.

De hecho, Sauber sabe de primera mano lo que es tener dificultades económicas, pues en 2013 se tuvo que cancelar el desarrollo del monoplaza, además de existir problemas en el pago a proveedores. Por su parte, durante esta temporada, en el paddock se especulaba cada vez más con la posibilidad de que el equipo de Peter Sauber abandonara la F1, hasta que recientemente se anunció la venta de todas las acciones al grupo inversor Longbow Finance S.A. para asegurar la continuidad de la escudería.

La trayectoria de Sauber durante la temporada no invita al optimismo para revertir la situación

En efecto, el panorama es realmente desalentador para la escudería suiza, ya que el mejor resultado alcanzado durante las primeras 11 carreras disputadas esta temporada es la duodécima plaza (en tres ocasiones). Atendiendo a los resultados en el global de esta primera parte del campeonato, y obviando el décimo puesto de Wehrlein para Manor en el mencionado GP de Austria, los resultados obtenidos por Sauber mejoran en la mayoría de ocasiones a los monoplazas ingleses. Tanto es así, que únicamente en dos citas (Mónaco y Austria) un Manor logró conseguir un mejor resultado que un Sauber.

Sin embargo, el punto logrado por Wehrlein es un hecho y supone un gran lastre para Sauber, obligándoles a alcanzar la zona de puntos en algúna carrera de las nueve restantes para que finalice la temporada 2016. No obstante, el rendimiento mostrado por los de Hinwill queda muy lejos de los monoplazas que suelen entrar en la zona de puntos, por lo que todo parece indicar que tan solo una carrera alocada con circunstancias excepcionales puede posibilitar dicha situación.