Max Verstappen celebrará el próximo viernes su segundo aniversario en el mundo de la Fórmula 1. El piloto holandés debutó en los entrenamientos libres 1 de Suzuka en 2014 reemplazando al entonces piloto de Toro Rosso, Jean-Éric Vergne. El actual piloto de Red Bull se subió al STR9 y consiguió dar 22 vueltas a un ritmo más que aceptable hasta que una avería en el motor acabó con su actuación antes de lo previsto.
El joven, de por aquel entonces 17 años, acabó en el 12º puesto a tan solo 0.5s del tiempo de Kvyat. Esa gran actuación y su prodigiosa progresión hizo que la escudería de la bebida energética le atara para la temporada 2015. Tras ese día, Max ha disputado 35 carreras, entre Toro Rosso y Red Bull, ha logrado 5 podios y una victoria, cosechando así un total de 196 puntos.
Tras la resaca post doblete de Malasia, Max vuelve a su circuito más especial, el de Suzuka: “Después de Malasia, nos vamos a Japón y pasaré un par de días en Tokyo antes de ir al circuito, lo cual es agradable. Japón siempre será un sitio especial para mí porque hice mi debut en Fórmula 1 allí durante unos libres de viernes”.
El holandés también ensalzaba las bondades del trazado nipón: “Suzuka es un circuito genial, especialmente el primer sector, que es muy rápido y donde los pilotos disfrutamos. Tienes que ser muy preciso en este circuito que tiene mucho de estilo a la antigua usanza, y es muy desafiante a la par que demandante”.
Pero para Max, no solo el trazado es algo bueno de Japón, sino que los aficionados también son una parte fundamental del espectáculo: “Los aficionados de Japón son los más apasionantes, son dulces y el apoyo que sentimos por su parte es muy agradable. Nos dan también toda clase de regalos, en los que ponen mucho esfuerzo. Disfruto mucho de Japón y siempre es agradable volver aquí”.
Verstappen vuelve al lugar donde le vieron debutar en Fórmula 1 y tras el gran resultado cosechado en Malasia se coloca en una gran posición para poder disputar la victoria hasta el final.