El segundo día de test de Carlos Sainz no pudo ser mejor que el primero. El piloto madrileño solo ha podido rodar 32 vueltas al Circuit de Barcelona-Catalunya en esta tercera jornada de test previas al inicio del campeonato, que tendrá lugar el 26 de Marzo en Australia.

Una avería en la unidad de motor ha sido el causante de la retirada del español, un problema que también ha acusado su compañero Daniil Kvyat en la sesión matinal. Junto a McLaren, Toro Rosso es la escudería que menos kilómetros ha recorrido de toda la parrilla. Carlos intenta pasar página de lo sucedido y prefiere que ocurra en pretemporada que a la hora de la verdad: "Están investigando el motor para ver que ha ocurrido. Son cosas que pasan en los test, espero que a partir de ahora sean positivos para nosotros. Han hecho un esfuerzo enorme para intentar acercarse a Mercedes y Ferrari, el esfuerzo se iba a pagar de una manera u otra. Mientras que en Australia dé la potencia necesaria, no me importa mucho que se rompa ahora"

Por otra parte, Sainz considera que las sensaciones en las vueltas que ha podido dar son "positivas" y subraya que lo malo es que "se han quedado parados justo cuando empezaban a coger ritmo". El hijo del piloto de rallyes, que mañana compartirá volante con Kvyat en una sesión en la que se correrá con neumático de lluvia, argumenta que la clave está en sumar el máximo numero posible de kilómetros: "La clave es dar vueltas para ver donde estamos y donde está el coche, y sumar kilómetros para los segundos test montar compuestos más blandos y ver cómo estamos con respecto a los demás".

Sobre su monoplaza, el STR12, Sainz advierte de que queda mucho por desarrollar y le falta tiempo para exprimirlo al máximo: "Está todo muy crudo todavía. Lo que sí sé es que el coche me da confianza para tirar a tope. Falta amoldarlo a mi gusto, a mi estilo de conducción y luego exprimirlo al 110%. Da gusto conducirlo en curva rápida y ver cómo se agarra" sentenció Sainz.