Lewis Hamilton no cierra las puertas a irse a finales de 2017, como hiciera su ex compañero de equipo Nico Rosberg el año pasado tras proclamarse campeón mundial de Fórmula 1.

"Mi destino está en mis propias manos. Puedo decidir que me retiro a finales de este año. ¿Significa eso que mi legado es menos grande que si decido hacerlo en cinco años? No me gusta planearlo porque no sé lo que me espera a la vuelta de la esquina, no sé lo que voy a hacer".

Sin embargo, el piloto de las flechas plateadas, pese a sus palabras, se divierte con los enormemente rápidos y veloces coches de este año, además de tener si no el 1º, el 2º mejor monoplaza de la parrilla junto a Ferrari. "Ahora es más divertido por la competición. También es más fácil enfrentarse a otro equipo", asegura, pues el año pasado, así como en 2014 y 2015 su único rival era su propio compañero de equipo.

Este año al haber un nuevo rival para Mercedes AMG, la escudería alemana parece no saber qué es un rival directo, pues en las primeras carreras de esta temporada, no sabían qué decisiones estratégicas tomar, algo que Ferrari supo hacer a la perfección.

"Cuando la lucha es dentro de una misma escudería, es como un gran torbellino y depende de la tensión, se vuelve más fuerte y más fuerte y en realidad un conjunto no está para eso. Ahora al tener otro equipo con el que luchar, estamos unidos, somos más poderosos, es realmente impresionante", comentó finalmente.

Y es que habrá Lewis Hamilton para rato, pues su contrato con la escudería de Brackley finaliza en 2018. Y es que, ¿por qué se querría ir un piloto de la máxima categoría del automovilismo cuando está en un coche ganador?