La Juve con el empate ante el Cagliari se quedó en nueve victorias consecutivas y a falta de un partido puede conseguir como máximo 90 puntos, pero los dos puntos perdidos ante el equipo de Pulga no ensombrecieron una fiesta que comenzó mucho antes del pitido inicial y que se alargó con el final del choque y con la entrega del trofeo que alzó Gianluigi Buffon como capitán.
En lo referente al partido, la ausencia de Pirlo y Pogba en la medular se notó durante varias fases del encuentro, donde el Cagliari con un gran Nainggolan y con un combativo Ekdal supo mantener a raya al once alineado por Conte.
A las bajas de los sancionados Pogba y Pirlo había que añadirles la del lesionado Asamoah además de la de Buffon, que una vez conseguido el Scudetto está dejando espacio a Storari en los últimos partidos. La defensa fue la titular con Bonucci, Chiellini y Barzagli, aunque esté último dejó su puesto tras el descanso a Cáceres.
En la medular Marchisio y Vidal se alinearon junto a Giaccherini, Marrone (que hizo de Pirlo) e Isla, mientras que la dupla ofensiva por Conte de inicio fue la de Giovinco y Matri. El primero pudo marcar en un gran lanzamiento de falta que se estrelló en el larguero, mientras que el segundo no pudo anotar a su ex equipo.
El Cagliari que llegaba a Turín ya salvado y sin opciones europeas, demostró que no acudió a la casa del campeón de Italia de paseo, sino que inquietó y no poco el área de un Storari que a los 12 minutos de partido vio como Ibarbo, tras robar en el mediocampo, se recorrió 50 metros ante la presión de Marchisio y Barzagli que no pudieron pararlo y batió por bajo al guardameta italiano para adelantar a los suyos.
Vidal fue el jugador más incisivo en el ataque, pero el chileno hoy no estuvo fino ante el gol. Además de un par de remates suyos que no inquietaron a Agazzi y el lanzamiento de falta de Giovinco al larguero, la Juve no ofreció mucho más durante los primeros 45 minutos.
Tras la reanudación y viendo que el gol seguía faltando, Conte decidió relevar a su pareja ofensiva para dar entrada a Vucinic y Quagliarella. Fue el montenegrino el que a los 60 minutos consiguió batir al portero sardo y sumar su décimo gol en el campeonato, que le situa junto a Vidal como el mejor artillero del equipo.
El delantero se aprovechó de un balón templado dejado con la testa por Vidal dentro del área pequeña, tras un centro de Marchisio desde la línea de fondo, para conseguir empatar el encuentro (igual que la pasada temporada en casa) y salvar un punto para el campeón, que a pesar de acorralar a los visitantes durante toda la segunda mitad, no pudo hincarle el diente al conjunto del Pulga Lopez, que tuvo en Nainggolan a su mejor hombre.
Al final, empate justo en el Juventus Stadium que permitió a los dos equipos salir con la cabeza alta del terreno de juego. La Juve todavía puede conseguir el record de victorias en un mismo campeonato (28), siempre y cuando gane en la última jornada. Un gran año se cerró hoy en el feudo turinés con la celebración merecida.