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Competir sin el despeje heroico

Giorgio Chiellini, principal baluarte defensivo de la Juventus, se ha lesionado y queda fuera de la final de la Champions League. Su baja tendrá un duro impacto a la hora de enfrentarse al Barcelona.

Competir sin el despeje heroico
Fotografía: Dani Mullor (VAVEL.com)
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Por Alejandro Rodríguez

La Champions League premia la épica y las grandes acciones. Conocido es de sobra el carácter especial de la competición de clubes más estimulante e importante del mundo. La Champions se narra a sí misma relatos heroicos, acaecidos en sus propios terrenos de juego, protagonizados por los mejores hombres que aspiran a tenerla algún día en sus vitrinas. Goles en el último minuto, tandas de penaltis de infarto, las gambetas de un genio... y los despejes al límite. Y en este apartado pocos asumen mejor el papel de superhéroe que Giorgio Chiellini. Un central que sí refleja el paradigma de marcador antiguo, férreo, duro... Nada mejor que sangre y una venda en la cabeza para reforzar el liderazgo que transmite. Así, su imagen recuerda a la de aquellos defensores británicos de los 60.

La baja de Chiellini es un golpe moral muy fuerte para la Juve

Chiellini va al límite en todas las jugadas, algo que le resta fiabilidad, le puede jugar malas pasadas y, sobre todo, provoca que sus fallos se noten más de lo normal. Es un central de bastante nivel, sobre todo a la hora de proteger el área en un bloque a baja altura, pues una de sus virtudes es el juego aéreo, y también la capacidad para despejar balones frontales, pero en ningún caso forma parte de los dominadores mundiales de la posición. Su valor no está en sus capacidades meramente futbolísticas, sino en lo anímico. 

Chiellini actúa como el líder de la defensa gracias a su actitud, pese a sus limitaciones

Porque es muy habitual ver a Giorgio haciendo una carrera de treinta metros para cortar un balón, marcándose una anticipación providencial o yendo al suelo, con todo, a sacarle de los pies la pelota al atacante. Esto, habitualmente, embarrado y a veces ensangrentado. Viene a ser un sentimiento parecido al que producía Gattuso. A pesar de sus limitaciones, que no son tantas en el central bianconero como en el agonista del Milan, hace mejor a su equipo apoyándose en la imagen que produce. Es impensable bajar los brazos y rendirse si tienes a Chiellini a cinco metros. Y este tipo de actitudes son premiadas por la Orejona.

Realmente la Juve no tiene un sistema defensivo capaz de parar al Barcelona en un día bueno de los culés, y menos a Leo Messi, al igual que no lo tiene nadie en Europa actualmente. La baja de Chiellini, que será suplido por Barzagli, no debería ser determinante a nivel deportivo, por sus características y el nivel de su sustituto, pero sí será un golpe moral para la Juve. Defenderán sin el líder que les inspira.