Otra victoria más, y ya van ocho seguidas, de los pupilos de Massimiliano Allegri. Triunfo que les sirve para colocarse terceros en la tabla, a dos puntos de la Fiorentina y a tres del Inter de Milán.
Paulo Dybala y el balón parado
Poco iban a tardar los locales en demostrar la diferencia entre ambos equipos, a los cinco minutos exactamente. Paulo Dybala, hombre más destacado en lo que va de temporada en el combinado turinés, efectuaba magistralmente una falta que pasaba por encima de la barrera y ante la que poco o nada podía hacer Gollini.
Las ocasiones y el dominio siguieron sobre la meta visitante y todo hacía pensar que no iba a tardar en llegar un segundo tanto y una posterior goleada. Pero se iba a hacer de rogar hasta el filo del descanso, y también como protagonista iba a aparecer el ex del Palermo. Dybala, repitiendo como lanzador de falta, iba a poner un centro medido a la cabeza de Bonucci, centro que el central internacional italiano no iba a desaprovechar y mandaba al fondo de las redes rivales. Dos goles de ventaja y uno al filo del descanso, de ese que se llaman ‘psicológicos’. Todo hacía pensar en una goleada o en una segunda mitad bastante plácida en el Juventus Stadium.
El delantero argentino se erigía en protagonista otra semana más para llevar en volandas a su equipo y guiarlo hacia la victoria en su guerra hacia la conquista del ‘Scudetto’. Pogba también dejaba sus habituales regates, controles y pases mirando al tendido que hacen las delicias de los aficionados bianconeri.
Arranca la segunda mitad sin dueño del juego aunque con algo más de dominio por parte de los locales aunque sin ocasiones claras. La primera ocasión la iba a tener Álex Sandro, que disparó desviado tras un centro al segundo palo en un saque de esquina botado por Marchisio.
Se aprecia una falta de ideas alarmante en el cuadro veronés que no consigue prácticamente encadenar dos pases seguidos en el frente de ataque. Iba a tener otra ocasión la Juve, esta vez por medio de Dybala, que no iba a conseguir gracias al guardameta rival que su pase llegase a Morata, que esperaba ansioso a puerta vacía.
Fútbol control de la Juventus
En general, poco que rescatar en esta segunda parte en el Juventus Stadium, un segundo tiempo sin demasiado juego por parte de ninguno de los dos equipos; en gran medida por dos motivos: el primero, el fútbol control llevado a cabo por los once de Allegri, a los que no les interesaba un partido de ritmo rápido o demasiado exigente; y el segundo, la falta de rapidez en la circulación del balón de los visitantes, que sólo con la entrada del recién fichado Emanuelson experimentaron unos minutos de empuje que se acabaron diluyendo conforme se acercaba el final del encuentro.
Protagonista iba a ser un hombre salido desde el banquillo, Simone Zaza. El delantero ex del Sassuolo iba a conseguir un tanto tras un pase excepcional de Pogba, tras el cual sentó al portero y marcó a puerta vacía. La respuesta del equipo rival no se iba a hacer esperar y en la siguiente acción otro hombre entrado desde el banquillo, esta vez Juan Gómez, iba a enviar un testarazo que se marcharía a escasos centímetros de la portería defendida por Gianluigi Buffon.
Finaliza el encuentro con la victoria de la Vecchia Signora, que consigue acercarse cada vez más a la cabeza de la clasificación y que hunde un poquito más al Hellas, que está echando muchísimo en falta la presencia de un goleador como el que tuvo la temporada pasada en el ahora lesionado Luca Toni.