Llovía con fuerza en la céntrica calle londinense de Great Queen. Pocas personas deambulaban por las aceras y eran menos los carros tirados por caballos los que se detenían. Como venía siendo habitual en pleno otoño, ya la noche hacía acto de presencia. Los pocos tenderos ya cerraban sus pequeños comercios y se dirigían a sus hogares. Fue entonces cuando apareció el carro, a gran velocidad. Morley sabía que llegaba tarde y que todos ya estaban en la taberna de Freemansons para celebrar la reunión. Era él quien los había convocado y era precisamente él último en llegar.

No había sido fácil. Reunir a los representantes del fútbol londinense para hablar del primer reglamento no había sido nada fácil. Había enviado cartas y telegramas a todos los colleges de la capital. Muchos ni siquiera se molestaron en responder. Otros en cambio lamentaban su no asistencia. Pero cuando llegó a Freemason's Tavern encontró a doce dispuestos a negociar.

Ebenezer Cobb Morley había sido inteligente. Sabía que habría disputas, que sería prácticamente imposible poner a todos los allí presentes de acuerdo en todo lo que se iba a discutir. Pero sin duda era mejor tener como lugar de reunión una taberna que un lujoso auditorio. "La cerveza es intelectual", decía Ray Bradbury. 

Fotografía: Inside Football

Sentados en la mesa, Morley se apresuró a abrir su maleta y sacó todas las hojas. Ahí estaban, a la vista de todos. Las catorce reglas que él mismo había escrito en el despacho de su casa en Barnes. Y así fue como un 28 de octubre, le Freemason's se convirtió en la cuna del fútbol mundial. Hubo hasta seis reuniones. Discusiones, debates, amenazas e insultos, pero también acuerdos. Con la última reunión, allá por el 6 de diciembre de 1893, el código se selló. Empezaba el fútbol.

No fue fácil para el bueno de Morley. Hasta la fecha, el primitivo mundo del fútbol estaba dividido. Todos estaban de acuerdo en el fondo, pero no con las formas. Había que anotar gol para ganar, por supuesto. Pero, ¿cómo se podía meter gol? Algunas escuelas presentes en la Freemason's llegaron a la taberna con la intención de implantar la legalidad en el juego con la mano. Morley, profundo detractor de aquella idea, lo pasó francamente mal para convencer a sus compañeros. Algunos representantes, como el de Blackheath, rompieron las negociaciones por ello.

En octubre tuvo lugar la primera reunión. Fue también el mes donde se fundó la Football Association, lo que hoy el lector conoce como FA, la primera asosiación de fútbol de la historia. Curiosamente, el propio Morley fue el ocupó el cargo de secretario general por primera vez. Sin embargo, faltaba lo más importante. De nada servía redactar las reglas si éstas no llegaban a todo el mundo. De esta manera, Morley y los suyos viajaron a una pequeña imprenta situada en Euston Square.

Footgrafía: Pubs History

John Lillywhite, el humilde propietario del establecimiento, no podía dar crédito a lo que veían sus ojos. Sin pensárselo dos veces, compró los derechos del reglamento y se lanzó a hacer copias y copias del mismo. Llegó a hacer hasta dos formatos: uno de un chelín dan pequeño que al lector la podría caber en el bolsillo. Otro más grande, que costaba un chelín y seis peniques, más trabajado y con las tapas duras.

Pero faltaba aún la cúspide de la pirámide. Las negociaciones habían terminado el 6 de diciembre y pocos días más tarde las primeras copias del reglamento ya circulaban por todo Londres. Quedaba eso sí la ceremonia, el acto. El primer partido de fútbol con las nuevas reglas. Se había decretado que tendría lugar el 2 de enero del nuevo año, en un escenario tan especial para el pueblo inglés como es Battersea Park. Sin embargo, Morley y sus adeptos no querían esperar esas semanas. Nuevas reuniones a la velocidad del viento y el mundo del fútbol se trasladó precisamente a la ciudad del bueno de Ebenezer, a Barnes.

Y así el lector llega al 19 de diciembre de 1953, tal día como hoy hace ya 153 años. No se vaya a pensar que sólo Morley y los suyos abarrotaron Barnes. Hubo tanta expectación por el partido que hasta los más detractores de la Football Association acudieron. Algunos de ellos incluso tenían planes para sabotear el partido. Poco eso importó. El encuentro se celebró y los equipos de Barnes y Richmond marcaron un hito en la historia del fútbol.

Fotografía: FA

El partido no tuvo demasiada historia. De hecho, los asistentes abandonaron el campo con más caras largas que de satisfacción. Las nuevas reglas no evitaron que el primer partido acabara de la misma manera que comenzó, con 0-0. El Richmond, al principio de lado de Morley, no se convencieron con el partido y de hecho su pusieron de lado de los detractores para fundar años más tarde la Rugby Union en 1971.

Sea como sea, Barnes y su 19 de diciembre de 1863 serán recordados por el génesis del fútbol. El día "D" del balompié mundial. Y la Freemason's Tavern como la cuna del deporte británico. Y es que allí, años después, E.C. Holmes reunió a todos los detractores en la misma mesa donde Morley había fundado el fútbol. Justamente allí, el rugby dio también sus primeros pasos.