Enzo Maresca no es un futbolista que acapare portadas fuera de Italia, ni siquiera es un jugador que acapare portadas dentro de su propio país, no ha llegado a disputar ningún partido con la selección absoluta italiana ni ha conseguido dar un salto importante de calidad que le haya permitido ser titular indiscutible en uno de los equipos más grandes de Europa. Nuestro protagonista no cumple los requisitos para ser recordado como uno de esos futbolistas estrella que maravillan al mundo al máximo nivel.
El pivote italiano siempre ha estado a la sombra de los grandes focos, como muchos otros futbolistas que resultan invisibles para el espectador medio pero que sin embargo son de encomiable valor para quienes saben apreciar los detalles y minuciosidades del fútbol y no se conforman con ver las mismas caras copando todas las primeras páginas de los periódicos día sí día también.
Gran trayectoria, poco reconocimiento
Tras su paso por las categorías inferiores de AC Milan y Cagliari desde los once años fue en la temporada 98/99 cuando Maresca dio el salto al fútbol profesional fichando por el West Bromwich Albion de segunda división inglesa, donde empezó a dar muestras de su calidad como centrocampista, lo que hizo que en el mercado invernal del nuevo siglo se interesase por él un grande de Italia como el Juventus.
Su estancia en Turín desde el año 2000 fue dura ya que no podía sumar apenas minutos y se trataba más bien de un jugador de rotación, por lo que buscó alternativas. Salió cedido hasta en tres ocasiones alternando también periodos dentro de la plantilla turinesa, sus cesiones fueron al Bolonia, Piacenza –donde sí que fue titular indiscutible- y al Fiorentina.
Fue en la temporada 2005/2006 cuando el centrocampista italiano comenzó su travesía por Europa pasando por equipos como el Sevilla -donde es todavía muy querido por la afición ya que formó parte de sus filas durante cuatro años-, el Olympiacos griego y el Málaga, donde no pudo disputar de tantos minutos como en Sevilla.
Tras esa marcha por España y Grecia el Capo Maresca volvió a su país natal para enrolarse en las filas del Sampdoria durante una temporada y posteriormente pasar a formar parte del proyecto del Palermo, donde fue clave para conseguir el campeonato de la Serie B en 2014 y también en evitar que el equipo rosanero descendiese la pasada temporada . Acabó contrato el pasado verano y fichó por el Hellas Verona de Serie B, donde ha disputado nueve partidos y ha decidido que ha llegado la hora de colgar las botas.
Deja en su palmarés un total de ocho trofeos: Una Supercopa de Italia, un Scudetto, dos Europa Leagues, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey, una Supercopa de España y una ya mencionada Serie B en 2014, una cantidad de trofeos y una historia futbolística que que no se corresponde con el poco reconocimiento que tiene como futbolista.
“Gracias fútbol”
Con esas palabras concluye el mensaje en el que nuestro protagonista ha querido despedirse del panorama futbolístico como jugador profesional, mensaje redactado tras casi una veintena de años de experiencia profesional a sus espaldas y lanzado a todo el mundo que quiera leerlo el mismo día en el que cumple 37 años. Gracias fútbol, gracias por dar al mundo un futbolista como Enzo Maresca.