Se acabó. Punto y final a la etapa de Arsène Wenger como técnico del Arsenal. Han pasado 22 años y, entre medias, un sinfín de circunstancias que han hecho de este, posiblemente, el entrenador más importante de conjunto Gunner. Basta con ver los innumerables homenajes que va recibiendo allá por dónde va para darse cuenta que el francés es un técnico distinto y, también, que la afición inglesa es completamente diferente a las demás. Valora lo que es el fútbol como deporte, más allá de rivalidades, y sabe demostrarlo cuando es necesario. Ante el Huddersfield, el alsaciano volvió a ser el foco de atención de un estadio que, además, volverá a disfrutar de su equipo en Primera División la próxima temporada. También se dio la primera victoria del Arsenal fuera de casa este año, pero eso es lo de menos. Wenger se va y dejó sus últimas palabras como entrenador Gunner.
"Sé que hemos decepcionado a muchos aficionados fuera de casa esta temporada"
Logrando mantener el tipo ante los medios de comunicación a pesar de la gran emoción que sentía en su interior, Wenger volvió a destacar el aspecto humano como aquello que se lleva del Arsenal: “Estoy muy orgulloso de haber contribuido a dar buenos momentos a las personas que aman este club. Hay victorias y derrotas, pero lo que me quedo es el formidable aspecto humano de estos 22 años”. Despidiéndose de lo que consideró “un día especial”, bromeó sobre su marcha del club y su trato: “Creo que debería haber anunciado que me marchaba cada semana, porque la gente ahora es muy amable conmigo”.
Ya en un tono más serio, el francés quiso agradecer la ovación de los aficionados que se dieron cita en el estadio: “Me gustaría agradecer a la afición que ha estado aquí, tanto nuestros aficionados como los del Huddersfield han demostrado mucha clase”. Siguiendo con los que iban vestidos de rojo, explicó por qué se inclinó ante ellos antes del choque: “Fue espontáneo. Sé que hemos decepcionado a muchos aficionados fuera de casa esta temporada. Muchos viven fuera y ahorran dinero para venir a nuestros partidos y eso era una muestra de respeto”.
Sobre las muestras de cariño que ha venido recibiendo a lo largo del país, Wenger acepta que “no te quedas en un país si no te gusta”. “Siento que he recibido mucho respeto, no solo de nuestros aficionados, sino de Inglaterra. Amo el fútbol inglés pero también amo Inglaterra. Es un país especial, sobre todo para el fútbol. Por eso me he quedado tanto tiempo”, añadió un técnico que reconoce que seguirá apoyando al club desde la grada: “Cuando has experimentado tanta intensidad durante tanto tiempo, es difícil, pero aunque no esté al frente del club, seguiré siendo un aficionado”.
"Cuando sales de un proceso tan largo no puedes llegar y decir que vas a otro lado"
Queda por saber, por otro lado, cuál será su siguiente trabajo. Sin desvelar aún nada, pues considera que no es el momento oportuno, acepta que no sería fácil enfrentarse al Arsenal: “No estoy preparado para eso. Sería muy difícil. Creo que ese día me quedaría en casa porque no me imagino ese momento”. Volviendo a reconocer que ha tenido ofertas para ello, marca los pasos a seguir: “He tenido ofertas, por supuesto, pero en este momento ni siquiera he hablado con nadie. Cuando sales de un proceso tan largo no puedes llegar y decir que vas a otro lado. Es imposible”.
Finalmente, fue cuestionado sobre el homenaje de sus jugadores. Queriéndolo mantener en secreto, Wenger sí se atreve a pronosticar el gran futuro de esta plantilla: “Tenemos que mantener algunas cosas juntas y les he dicho que amo trabajar con ellos. Cuando miran nuestra temporada hay algo que está por salir. Estuvimos muy cerca esta temporada y, a pesar de todo, hemos estado en una final de Copa de la Liga y en las semifinales de la UEFA Europa League. Hay que mejorar fuera de casa, pero lo harán”. Con ese deseo, Wenger cierra una etapa que duró 22 años cuando muchos pronosticaban apenas una temporada. Pasó de ser un desconocido a un referente. Pasó de ser un simple entrenador a todo un pilar en el que se sustenta el Arsenal a día de hoy.