Primera derrota del Team Melli en su camino hacia Rusia en manos de la selección turca en el estadio Fatih Terim de Estambul. Un encuentro que sirvió para ver la propuesta y planes de Carlos Queiroz de cara a su debut en menos de 20 días ante Marruecos.
Irán lastra su actuación con un pésimo arranque
El partido estuvo marcado por la eficacia de la selección otomana que salió al campo con muchísima fuerza y sorprendió a una Irán aún en vestuarios. Unos primeros minutos de juego terribles de los asiáticos en los que pudieron encajar varios goles sufriendo cuantiosamente con balones a la espalda de su lenta pareja de centrales. En uno de ellos, tras avisar poco antes en un mano a mano que salvó Beiranvand, llegó el primer gol del partido con una gran definición del killer Tosun tras sentar a Cheshmi.
El vendaval turco fue frenando a medida que los de Queiroz iban entrando más en contacto con el cuero. Con el paso de los minutos, los iranís se adueñaron del esférico. Su fútbol combinativo empezó a aparecer en escena y empezaron a dejar detalles los Jahanbakhsh, Hajsafi, Azmoun y compañía. Todo esto sin tener excesiva verticalidad y profundidad, pero dando muestras de que saben mover el esférico y con mucho criterio. A partir de la veintena de minutos de juego, podimos empezar a atisbar a esa selección de la que tan bien hablan sobre su clasificación para Rusia donde quedó imbatida y dejó un record de 11 partidos consecutivos sin encajar gol.
Masoud como distribuidor, Jahanbakhsh de llegador, y Azmoun y Hajsafi derrochando talento
Plantados en campo con un claro 1-4-5-1 con Masoud mucho más atrasado y canalizador que lo que mostró en su paso por España en Osasuna y Las Palmas. Desde la banda partían Jahanbakhsh, máximo goleador de la Eredivisie esta temporada con el AZ, y Taremi, uno de los llegadores de esta selección. En punta, la pelea la ponía Serdar Azmoun, la gran esperanza de esta selección, siempre dispuesto a bajar para batallar y apoyar en la salida de balón. Otro de los que dejó buenos detalles fue el dorsal '3', Hajsafi, con una zurda muy a tener en cuenta con la que tuvo la gran oportunidad del partido para Irán en el 25' a pase del mencionado Jahanbakhsh.
Con una Irán claramente de menos a más acabó la primera mitad, que poco más dejó más allá de dos buenas intervenciones de ambos guardametas a disparos de Under por los locales y Jahanbakhsh por los foráneos.
Tosun repite castigo
La segunda mitad estuvo más marcada por las típicas pruebas y carruseles de cambios que fueron frenando el juego, pero el partido siguió por el mismo guión. Turquía bien replegada y sin sufrir en exceso, ante una dominadora Irán que adolecía de mayor pegada para poder dañar. Y así, nada más volver de vestuarios, nuevo pase a la espalda de Yazici y Tosun, con otra definición de '9' puro, batía al arquero iraní (2-0). Otra vez a los cinco minutos del arranque.
Turquia mató a Irán en sus transiciones tras pérdida
Bien patente quedó el gran sufrimiento de los de Queiroz en sus transiciones ataque-defensa o en situaciones tras pérdida en la medular, donde los turcos siempre conseguían romperles ante una línea de medios excesivamente ofensiva. Algo de lo que se dio cuenta Queiroz sacrificando el talento de sus tres mediocentros para dar entrada a otros más posicionales como Ebrahimi o el experimentado Dejagah, que venía de lesión y gozó de minutos de rodaje.
Con el partido ya en su ocaso, y con una Irán que llevaba tiempo mereciéndolo, llegó el gol de la honra desde los once metros. Tras un córner, el recién incorporado Ghoochannejhad acababa rematando a gol y Bayram la paraba con la mano, con el consiguiente penalti y expulsión. El capitán Dejagah, haría los honores de ejecutar la pena máxima (2-1) para dejar a su selección a un gol del empate y con la sensación de haber merecido mayor premio.
Irán, ante Turquía: buen fútbol, pero equipo muy roto en el medio y blando atrás
En definitiva, partido aceptable con matices del combinado nacional iraní que mostró unas características que no son las que llevaba precisamente en su carta de presentación: buen fútbol y mala defensa. Algo que no es lo que se destacaba en la selección de Queiroz, conocida por su hermético apartado defensivo durante la fase de clasificación y que aún tiene que mejorar en muchos aspectos de cara a su debut el próximo 15 de junio con la selección marroquí.