Tras el 0-1 que se dió en el partido de ida con el gol de Welbeck en el minuto 78, cuando el encuentro parecía destinado a un reparto de puntos, ambos equipos llegaban a la cita de este jueves 8 de octubre como primero y segundo del grupo 5, con tres puntos de diferencia, y con ganas de acercar la clasificación a los dieciseisavos de la manera más rápida posible. 

El Emirates Stadium presentaba buena entrada en esta cuarta jornada, con una hinchada Gunner sabedora del buen momento que atraviesa su equipo y con ganas de ilusionarse con una competición europea de una vez por todas, siendo la Europa League una presa asequible en vistas de la plantilla de la que dispone el conjunto de Unai Emery. 

Primeros compases muy de este Arsenal

Los minutos iniciales no sorprendieron a ningún espectador que haya visto los partido del Arsenal esta campaña, practicándose el fútbol alocado y rítmico que está caracterizando a los pupilos del técnico de Hondarribia. 

La adelantada línea defensiva local, sufría con los contragolpes de los portugueses, que veían en sus hombres de ataque la principal arma para llegar de manera directa a la portería defendida por Petr Cech. 

Sin llegar a asumir el control total del juego pese al intento de ello, los londinenses explotaban las bandas lisboetas, tratando de buscar centros al área donde no encontraban éxito, especialmente por el costado izquierdo comandado por Iwobi.

Varios aficionados portugueses se desplazaron. Fuente: Sporting de Lisboa
Varios aficionados portugueses se desplazaron. Fuente: Sporting de Lisboa

Cumplido el primer cuarto de hora, la joven perla del Arsenal, Emile Smith-Rowe, decidió acudir en busca de un esférico que no le había conseguido llegar hasta ese momento, y trató de asociarse con con sus compañeros para dar mayor profundidad al ataque estático de su equipo, que no conseguía penetrar ante el ordenado esquema luso.

La anárquica disposición sobre el césped de este Arsenal, predominaba y abarcaba la tónica global del partido, haciendo que el conjunto visitante jugara sus bazas y opciones de conseguir un gol mediante la espera de un despiste de la alocada defensa Gunner, la cual se veía obligada a intercambiar posiciones constantemente para tapar huecos que iban surgiendo con las acometidas del Sporting de Portugal.

En el 26 de juego, la nota negativa del partido llegó con la aparente grave lesión de Danny Welbeck, el único anotador del anterior encuentro, que dejó consternados a sus compañeros con lo aparatoso de la misma, provocando que el delantero inglés abandonara el césped en camilla y bajo una ovación por parte del Emirates para dar lugar a la entrada de Aubameyang.

Persistía el monopolizador de la posesión, que era el Arsenal, en la elaboración de juego a través de las aperturas a banda de Guendouzi y Ramsey ejerciendo como nexo entre los centrales y los atacantes, haciendo que los lusos no sufrieran en exceso con este tipo de ofensivas, pero que tampoco asumían riesgos a la hora de llegar a la portería rival. 

Emery buscó sorprender cambiando de posición a Smith Rowe con Mkhitaryan, cayendo el armenio a banda y el inglés ejerciendo de mediapunta para buscar su conexión con el nigeriano Iwobi que estaba protagonizando las ocasiones de mayor peligro.

Ante la falta de agresividad en las finalizaciones de los ingleses, probó fortuna Lichtsteiner desde lejos sin resultado, representando la falta de claridad de las ideas en los metros finales del equipo de Londres

Presionaba insistentemente el Arsenal para robar rápido en campo contrario, impidiendo la salida limpia de balón del cuadro portugués que demostraba una gran inconsistencia en el centro del campo que les impedía demostrar fiabilidad en el juego posicional. 

Se llegaba al descanso tras una insípida primera mitad, donde un equipo llevó la batuta durante los 45 minutos y quiso proponer, mientras que el otro se limitó a adaptarse al contexto imperante para aprovechar sus escasas opciones, practicando un planteamiento pobre y de poca ambición. 

A la búsqueda del gol

La reanudación del encuentro produjo todas las emociones que no pudo en la primera mitad, mediante una caída al flanco diestro de Mkhitaryan que Aubameyang estrelló en el larguero, haciendo vislumbrar a los jugadores del equipo de Tiago Fernandes que irían decididamente a por los tres puntos. 

La intensidad se había incrementado sustancialmente en los primeros compases de juego, con dos equipos que mostraban la verticalidad que querían imprimir, siendo agresivo cada duelo individual que se producía en cualquier sección del rectángulo de juego.

El armenio protestando una acción. Fuente: Arsenal
El armenio protestando una acción. Fuente: Arsenal

Las pulsaciones se acrecentaron gracias al buen hacer en labores de profundidad de los Gunners, que conseguían llegar al área con mayor asiduidad y, producto de estas internadas, llegó un disparo peligroso de Aubameyang que se marchó al lateral de la red tras un punterazo del gabonés. 

La tónica imperante en este primer tramo de temporada por parte del Arsenal en lo que a defensa se refiere, se hizo latente durante gran parte del encuentro, generando una sensación de inseguridad defensiva que hacía que cada acercamiento de los portugueses, llevase un aura de peligro innecesario y fruto del desorden de la línea de cuatro de los de Emery.

La idea de Kolasinac sustituyendo a Jenkinson, produjo el efecto esperado con la explotación de la mina que estaba siendo la banda zurda para los londinenses, haciendo que el bosnio desdoblase al extremo nigeriano constantemente y generando desajustes en la zaga lisboeta.

A 15 minutos para el final, parecía que la calma se cernía sobre un frenético choque pero, este atisbo no supondría más que un espejismo, deparando unos minutos finales al mismo ritmo que el llevado en todo el resto del partido. 

Pisaban la zona de castigo los locales amenazando la portería de Ribeiro mediante el carril zurdo, con una de las figuras del encuentro, Alex Iwobi, que no cesaba en su empeño de crear peligro constantemente.

Una de las claves del partido ocurrió como consecuencia de la presión de los ingleses, cuando los centrales Mathieu y Coates no se pusieron de acuerdo a la hora de acudir a un balón entre los dos que aprovechó Aubameyang para tocar ligeramente para plantarse solo, a lo que respondió el defensa francés derribando al ex del Borussia Dortmund. 

Roja para el que fuera central del Barcelona, y 7 minutos por delante para los Gunners para conseguir una victoria que merecían, debido a que se añadieron 5 minutos de tiempo extra. 

Se volcaban los quintos clasificados de la Premier League para afianzarse en la primera posición del grupo y no sufrir contratiempos en la últimas dos jornadas, pero la seriedad mostrada en defensa por los lusos no parecía ir a facilitar la tarea a los hombres de Unai Emery

Ni la sociedad de Kolasinac, Iwobi, y un incorporado a ese flanco Guendouzi, consiguieron abrir la muralla del Sporting de Lisboa, que obtenía su ansiado punto tras el pitido final, que debió ser un alivio para un equipo, que nunca propuso de manera organizada. 

Reparto de puntos en el Emirates Stadium, en unos 90 minutos en los que al Arsenal le faltó profundidad en metros finales y claridad de cara a puerta, donde se encontró con una línea defensiva muy seria de los contrincantes, que buscaron rascar puntos y no merecerlos durante todo el partido. Buen resultado para ambos equipos que se postulan como candidatos a llevarse el pase a rondas eliminatorias, siendo los londinenses los primeros clasificados a dieciseisavos de final tras el punto conseguido. Los lisboetas, deberán esperar a la siguiente jornada para certificar su pase.

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