En Bramall Lane tuvo lugar la cita entre dos equipos con objetivos y recursos muy diferentes. Sheffield United, que transita su segundo año en Premier League tras ascender en 2019, contra Manchester City, un peso pesado por su plantilla y su inagotable fuente económica. 

Sin embargo, el inicio de la temporada no fue bueno para ninguno de los dos. Para los Blades, la alegría por su buena presentación en el torneo pasado se esfumó con un pésimo arranque en el actual. Apenas un punto tras seis fechas fue la cosecha de los de Chris Wilder

Para los sky blues la bienvenida a la 2020-21 tampoco fue positiva. De hecho, fue su peor comienzo desde la 2014-15. Una magra obtención de ocho puntos en cinco partidos puso en un lugar incómodo a los Cityzens, que tienen la exigencia de colocarse en lo alto. 

Por ello, en ambos lados existió una necesidad en común: ganar. Claro que siempre es la intención, pero por actualidad, los tres puntos se volvieron en una necesidad mucho mayor para los dos que en cualquier otra circunstancia. De cualquier manera, lograr ello en este cruce asomó como una tarea muy compleja para el local, de mucha menor fuerza que la visita. 

Pero allí estuvieron los dos, en el mismo escenario, para afrontar otro examen de Premier e intentar enderezar el rumbo.

  • La historia fue la esperada

Pep Guardiola pudo volver a contar con Kevin De Bruyne desde el inicio y dispuso de su 4-3-3 habitual, con Ederson; Walker, Dias, Laporte, Cancelo; Rodrigo, De Bruyne, Bernardo Silva; Sterling, Mahrez y Ferrán. Todavía sin tener a Gabriel Jesús, y sin Sergio Agüero, el argelino se ubicó como centrodelantero, aunque con libertad para moverse.

Wilder también se abrazó a su esquema preferido, y lanzó a Ramsdale; Stevens, Basham, Egan; Baldock, Berge, Lowe, Ampadu, Osborn; McBurnie y Brewster. Otra vez introdujo cambios en la dupla de ataque, donde aún no encuentra a dos hombres fijos. Esta vez, apostó por incluir al joven inglés que provino de Liverpool, por quien desembolsaron una considerable cantidad de dinero.

Foto: Premier League
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No tardó en hacerse visible el libreto esperado. Como era imaginable, Manchester City asumió el papel protagónico y se adueñó del balón. La posesión de la primera etapa fue cercana al 70% para los de Pep. Con el balón en sus pies, impusieron las condiciones y exigieron desde temprano a Aaron Ramsdale, que tuvo buenas respuestas y trató de impedir el primer grito.

Su equipo, tanto no lo ayudó para evitar encajar el primero. Nuevamente el Sheffield United no construyó juego, y quedó relegado a un rol bastante secundario. Ni un tiro a puerta, y escasos momentos con el manejo del esférico. Sí pudieron cortar el juego con reiteradas infracciones, lo que ralentizó un poco a los de Guardiola.

Los Cityzens no accedieron al gol tan rápido, pero no perdieron la desesperación. Con mucha tranquilidad continuaron en la búsqueda, y llegó la solución gracias a una magnífica maniobra de Raheem Sterling    y un disparo cruzado de Kyle Walker que abrió la cuenta.

Luego del gol, la intensidad (aunque nunca fue muy alta) de la visita disminuyó. El trámite del partido se presentó de forma favorable, y marcharon al descanso con la tranquilidad de estar en ventaja y sin haber sufrido en su meta.

  • Con el gol a favor, se terminó el juego

Poco cambió en la segunda etapa. Manchester City mantuvo el control del partido, con circulación de la pelota, muchos toques, aunque sin agresividad para incomodar a Ramsdale. El portero ex Bournemouth actuó cuando lo llamaron, pero tuvo menos trabajo que en los 45' iniciales. 

La imagen del local tampoco modificó. En parte se debió al dominio visitante, que aunque no golpeó demasiadas veces manejó con tranquilidad la posesión, pero también tuvo gran responsabilidad la escasa iniciativa propia de los Blades. Vieron cómo el balón pasó de un cityzen a otro, en un modo de puro espectador en un partido del que en realidad formaron parte. Tuvieron muy poco peso en el juego aún en los fugaces momentos que la pelota estuvo en su poder.

Foto: Premier League
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Aunque el juego de Sheffield lo mantuvo lejos del grito, ya que casi no hicieron esforzar a Ederson, la realidad es que el marcador era ajustado y la diferencia era mínima. Cualquier descuido, o una verdadera sorpresa, podía brindarle al local un empate que en ningún momento estuvo cerca de conseguir. Ese riesgo corrió el City, la ventaja durante el partido fue sólo de un gol. 

Sin embargo, se dio la lógica y los Sky Blues se retiraron con los tres puntos. Luego del único gol, los de Guardiola no se interesaron en someter al rival y estirar la diferencia. Conservaron la pelota hasta llegar al minuto 90, la nula amenaza que implicó el rival le dio margen para caminar tranquilos hasta el pitazo final, y consiguieron el triunfo pretendido

De esta manera, Manchester City se colocó, momentáneamente, a dos puntos de los líderes, Everton y Liverpool. 

Fue otra tarde amarga para Sheffield United, que propuso poco y nada. Una derrota ante un rival de esta altura es entendible, pero a los Blades se les achica el margen de error para permanecer en la Premier League. Un punto tras siete juegos es un comienzo muy pobre, y deberán reaccionar pronto antes de que el bote de la salvación quede lejos.