El liderato de la Premier League se jugaba hoy en Anfield. El Liverpool de Klopp, segundo en la tabla, recibía al líder, el Manchester United. Los Diablos Rojos iban en busca de una victoria que afianzase su primer puesto en la competición liguera. Mientras, el Liverpool saltaba con la sorpresa en el once de Thiago Alcántara, que disputó la segunda parte frente al Aston Villa el pasado 8 de enero en la FA Cup. Así, el Liverpool salía con el siguiente once: Alisson; Alexander-Arnold, Henderson, Fabinho, Robertson; Thiago, Wijnaldum, Shaqiri; Salah, Firmino y Mané. Un once donde destacan los parches en defensa con dos mediocentros que se están acostumbrando a frecuentar la zaga debido a las lesiones en ese espacio. Por su parte, el Manchester United no presentaba dudas: De Gea; Wan-Bissaka, Lindelöf, Maguire, Shaw; McTominay, Fred, Pogba, Bruno Fernandes; Rashford y Martial. 

Sorprendía Klopp en su partido número 200 con el Liverpool no sólo por los parches en defensa, sino por la titularidad de Xherdan Shaqiri. El suizo volvió a ser titular desde diciembre de 2019, y esta vez participando en el juego en el mediocampo red junto a Wijnaldum y Thiago. 

Pese a que no se pudieran escuchar los clamores de los aficionados en este duelo al rojo vivo, y nunca mejor dicho, Anfield lucía espléndido. Sonaba ''You'll never walk alone'' tras el minuto de silencio que se dedicó a Gerry Marsden, cantante del mítico himno. Una vez finalizado, el silbato de Paul Tierney daba inicio a este encuentro.

Calentamiento del Manchester United previo al duelo / Foto: Twitter @PremierLeague
Calentamiento del Manchester United previo al duelo / Foto: Twitter @PremierLeague

Firmino, ¿Where's Robertson ?

El partido comenzó con una alta presión del Liverpool, que asfixiaba al Manchester United con un gran inconveniente: sacar el balón desde atrás. Así se demuestra en la demora de Luke Shaw en los primeros saques de banda en los que el inglés tuvo dificultades para poner el balón en juego. Un inicio muy disputado entre los dos equipos con más ligas en toda la historia. Primeros minutos muy dinámicos en los que el balón rodaba de un lado al otro sin encontrar el premio por parte de ambos conjuntos. 

Cerca del primer tercio de la primera mitad, Firmino remató sin éxito lo que pudo ser el primer gol del partido si el brasileño hubiese visto en la izquierda a Robertson, que tenía un buen ángulo y espacio de sobra para tirar un cañonazo que pudiera batir a David De Gea. Dos minutos después, Firmino comete el mismo error. La defensa del Manchester United se olvida de Robertson que se encontraba en la misma situación anterior, con el mismo resultado: otro fallo de Roberto Firmino que no ve a su compañero tras un buen pase que dejaba Mané. En estos primeros 20 minutos el Liverpool fue muy superior, sin dejar respirar al líder y Robertson aprovechaba la débil banda derecha del Manchester United. No cesaban las embestidas de Firmino, Salah y compañía y los Red Devils no carburaban arriba. 

No obstante, el Manchester United encontró la tecla al no dejar jugar a Thiago, por lo que el Liverpool bajó el nivel y los Red Devils comenzaban su dinámico juego, empezando así a presenciar a Bruno Fernandes, que se encontraba más atrasado que de costumbre repartiendo balones largos a los costados. Así avisó el portugués, con un peligroso tiro de falta que provocó Shaw en el balcón del área. La réplica la lanzaría Salah, que en su duelo contra Maguire, dejó sin querer el balón rebotado para un modesto disparo de Firmino a los pies de De Gea. Cabe destacar la gran labor de Mané, que pese a que no fue determinante durante el partido, presionaba como si le fuera la vida en ello y dejaba balones a sus compañeros idóneos para, al menos, el remate a puerta. El senegalés es una pieza clave para Klopp y su estilo de juego.

La mejor ocasión del Manchester United la tuvo Bruno Fernandes / Foto: Twitter @PremierLeague
Bruno Fernandes estuvo a punto de quitar las telarañas de Alisson / Foto: Twitter @PremierLeague

Rashford, el pillo

El inglés no apareció mucho durante la primera parte. Sin embargo, buscaba los espacios por detrás de la defensa del Liverpool para sorprender con su velocidad, por lo que los contragolpes eran la estrategia clave de este Manchester United para abrir la lata en Anfield. Así cerraba Paul Tierney la primera mitad, con un 0-0 en el que se vio a un Liverpool que dominó el encuentro durante varios tramos, pero que no pudo ver gol debido a la sólida defensa del conjunto de Solskjær. 

La segunda parte comenzó como si se tratase de una réplica de la primera. El Liverpool no desistía de atacar, robando con rapidez el balón al Manchester United y asfixiando a los visitantes, que no podían desplegar su juego ni salir de su propio campo por la culpa de la alta presión de los red. El juego se calmó al cumplirse los primeros diez minutos de esta segunda mitad. El Liverpool tocaba el balón, con Alexander-Arnold y Robertson cambiados de banda como rotaron Salah y Mané en el primer ecuador del choque. Mientras, el Manchester seguía fiel a su plan de sorprender a la contra. 

Foto: Twitter @LFC
Rashford vs TTA / Foto: Twitter @ManUtd

La desesperación del Liverpool

Lo seguían intentando los de Klopp con las oportunidades de Bobby Firmino y Salah, teniendo dos de las ocasiones más claras de los locales cumplida la hora de juego. Mientras, los Red Devils sabían que el empate les valía porque seguían siendo líderes. Todo cambió con la entrada de Cavani. La zona ofensiva del United recuperó esa chispa que le faltaba con Martial. El uruguayo le proporcionaba la presión que ponía de los nervios al Liverpool y a sus dos centrales.

La figura del partido fue Alisson, salvando al Liverpool  en dos ocasiones. En primer lugar en un gran balón que dejó Shaw dentro del área a Bruno Fernandes. El portugués dejaba la pierna para que el esférico impactase dentro de la portería pero es la pierna de Alisson la que impedía que el marcador se moviese. En segundo lugar, un remate a bocajarro de Pogba impactaba en el guardameta brasileño, dejando al francés con las manos en la cabeza tras la ocasión que había desperdiciado.

Alisson recibió el POTM / Foto: Twitter @LFC
Alisson recibió el POTM / Foto: Twitter @LFC

Este intenso duelo decidía qué equipo dormía líder. El Manchester United tenía esta pequeña ventaja de tres puntos por lo que el Liverpool salió a morder desde el minuto 0, pero la fortuna no le sonrió al conjunto dirigido por Klopp. El United sabía cuándo atacar y cómo defender, pero la actuación de Alisson no permitió añadir un tanto al marcador. Las dos partes del partido siguieron el mismo modelo. Ambas comenzaban con un eufórico Liverpool dispuesto a llevarse los tres puntos y terminaba dando la vuelta al escenario con un Manchester United que gozaba de sus mejores momentos en los últimos tramos del encuentro. Así se cerraba el encuentro en Anfield cuyo liderato sigue donde empezó, en posesión del Manchester United que estuvo impecable en defensa.