Una remontada que vale un punto

Empate entre turcos y ucranianos en un partido en el que pudo ganar cualquiera.

Una remontada que vale un punto
Foto: Uefa.com
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Por Javier Marín Liébana

Los turcos, después de rejuvenecer toda la plantilla, llegaban a este partido con muchas ganas y con una afición ilusionada por ver tanto talento en su equipo. Terim apostó por los jóvenes en la alineación titular, con Emre Mor y Enes Unal, los dos jugadores mas talentosos de la selección turca como titulares.

Ucrania, con Shevchenko en el banquillo, venía de pinchar en casa ante Islandia y necesitaba puntuar para seguir con buenas opciones en el grupo. Como Terim, Shevchenko también puso talento en el campo, jugadores como los ya conocidos Konoplyanka o Yarmolenko, y otros por formarse como Zinchenko pero con gran calidad.

Un penalti muy tempranero

Los ucranianos salieron muy fuertes al partido, y mucho  más metidos y concentrados que los turcos, creando mucho mas peligro y disponiendo de las ocasiones del partido, y eso se notó cuando Erkin en el minuto 23 cometió un penalti bastante dudoso que Yarmolenko transformó por la derecha de Babacan, que estuvo cerca de detenerlo, pero no lo consiguió.

Foto de uefa.com
Foto: Uefa.com

Kravets aumentó la ventaja ucraniana

Turquía no reaccionaba y después de un buen desplazamiento largo, Yarmolenko descargó el balón con gran calidad para que el delantero del Granada Kravets definiera y aumentara la ventaja, 0-2. 

Las cosas se ponían muy cuesta arriba para los turcos e iba a costar remontar, a pesar de eso Turquía no se dejó ir y busco un gol que le acercara en el marcador.

El gol de la esperanza

De nuevo Kravets pudo poner el tercero en el marcador, pero en el descuento de la primera parte, Ozan Tufan recortaba distancias con un buen cabezazo al remate de un córner botado por Calhanoglu.

Mala primera parte de Turquía que no se mereció el tanto que anotó en el descuento, a pesar de eso, el gol valió y permitió a los turcos meterse en el partido, ya que fue un gol psicológico trascendental en el transcurso del partido.

Foto de uefa.com
Foto: Uefa.com

Un inicio visitante

Ucrania volvió a salir mejor a la segunda parte, y dispuso de algunas ocasiones claras, de Yarmolenko la primera en un intento de vaselina que Babacan salvó cuando se colaba dentro, y de Kravets la segunda con un buen remate a un centro lateral que también detuvo el portero turco, evitando asi el tercer gol de los ucranianos.

Podía marcar cualquiera, ya que Turquía también lo intentaba sobre todo por medio del gran desborde del joven jugador del Borussia Dortmund Emre Mor, pero no lograba crear excesivo peligro en la portería de Pyatov y la afición empezaba a desesperarse debido a que su equipo no marcaba el empate.

La fiesta de los palos

A partir de ahi Turquia mejoró, y Cenk Tosun tuvo una clara ocasión  después de una buena jugada pero disparó contra el palo. Kaan Ayhan había hecho lo propio hace  unos minutos. Turquía apretaba ahora si y parecía mas cerca que nunca de conseguir el ansiado gol del empate.

Y en el 80 llegó el merecido premio. Un penalti bastante riguroso sobre Cenk Tosun que fue muy protestado por parte de los ucranianos le dio el empate a los turcos, ya que Calhanoglu no perdonó desde el punto fatídico con una tranquila definición a la izquierda del portero.

El partido terminó con tablas, mal partido de Turquía a pesar del empate, ya que fue dominada en gran parte del juego por una Ucrania que visto lo visto no puede irse satisfecha con el punto conseguido. A pesar de eso ambos equipos conservan claras opciones de avanzar a la siguiente ronda, ya que ambos equipos se sitúan con dos puntos en la mitad del grupo.