La décima jornada de la Ligue 1 se cerraba con el partido de la jornada en territorio francés. Tanto París Saint Germain como Olympique de Marsella se disputaban los puntos en un partido trascendental para ambos. El campeón sin discusión de las últimas cinco ediciones de la liga francesa se encontraba antes del encuentro en el tercer puesto con diecinueve puntos en su casillero; seis victorias, un empate y dos derrotas son el rendimiento del conjunto dirigido por Unai Emery hasta el día de hoy. Necesitaba los puntos si no quería descolgarse del Niza, sorprendente líder de la competición. Por otro lado, se encontraba el Olympique de Marsella. Su rendimiento aumenta y disminuye como el vagón de una montaña rusa. Antes de enfrentarse al rocoso PSG se encontraba en la posición decimosegunda con doce puntos. Tres victorias, tres empates y tres derrotas denotaban un camino plagado de luces y sombras desde el comienzo de la competición. El Marsella se jugaba la vida, una derrota le hundiría en puestos poco confortables.

Múltiples ocasiones, poca recompensa

Los equipos saltaban a la hierba con rostros serios, conscientes de la importancia que desprendía el encuentro. Los aficionados alzaban al aire sus bufandas y banderas para alentar a sus equipos. Los niños que acompañaban a los jugadores hasta el centro del campo antes del pitido inicial miraban de reojo anonadados a sus ídolos. Tras el trámite de la elección de campos entre los capitanes y el colegiado, rodó el balón bajo una lluvia intensa. La posesión de los primeros minutos de partido fue para el PSG. Movió el balón con rapidez, de un lado para otro con internadas por ambas bandas, así llegó el primer saque de esquina a favor para los de Emery que careció de peligro alguno.

El estadio del Parque de los Príncipes instantes antes del encuentro | Foto Twitter Oficial OM

El Marsella se replegó bien atrás, defendiendo bien los centros que los parisinos colgaban al punto de penalti. El partido se jugaba en el centro del campo, ambos conjuntos plantearon un partido de músculo. En el minuto quince, Di María condujo el balón con velocidad por la banda izquierda internándose en el área. Dos defensas salieron a su encuentro y el argentino los regateó destilando calidad. El contacto físico hizo que el fideo perdiese el equilibrio reportando el balón a los marselleses. Di María lo intentó de nuevo con un disparo con su pierna buena desde fuera del área instantes después. El balón salió desviado. El PSG lo intentaba, quería el partido. Lucas Moura lo intentó con un remate que el cancerbero rival despejó por encima del travesaño. El Marsella se encerraba bien atrás pero no le duraba mucho tiempo el cuero en su poder. El PSG era el amo y señor del encuentro.

Jugador del PSG conduciendo el balón | Foto Twitter Oficial PSG

En la jugada siguiente el árbitro pitó una falta lejana al marco rival. El centro lo remató Cavani, pero el balón salió desviado por encima del travesaño. Emery dirigía a su equipo con enérgicos movimientos desde la banda. Pedía más a sus jugadores. Pocos minutos después, Lucas se desmarcó quedándose solo ante el portero al que regateó, pero el disparo lo interceptó la defensa marsellesa en línea de gol. El empate a cero seguía en el luminoso. El PSG dominaba, disfrutaba de ocasiones y posesión, pero el gol no llegaba. En una buena jugada entre líneas del PSG Cavani  cayó derribado en el área, el colegiado ordenó que se levantara sin mayor repercusión. El pitido dirimió el final de los primeros cuarenta y cinco minutos.

El nuevo entrenador del Marsella dirigiendo a su equipo durante el encuentro | Foto Twitter Oficial OM

Mismos derroteros, mismo resultado

La segunda parte comenzó por los mismos derroteros. El PSG salió con fuerza. Con ganas. Dominando el balón.  El Marsella, en una buena jugada entre líneas, pisó el área de los parisinos, pero el balón lo despejó la defensa desechando cualquier peligro. El PSG dominaba, pero no creaba peligro. El conjunto celeste se estiraba sobre el césped. Necesitaba los tres puntos. Movía el balón de un lado para el otro, sin peligro.

Jugador del Marsella conduciendo el balón | Foto Twitter Oficial OM

El PSG esperaba, recuperando el aliento. Ambos conjuntos no creaban ningún peligro. El Parque de los Príncipes se desesperaba. En una llegada del PSG por banda izquierda, la defensa marsellesa despejó a córner un balón que se envenenaba. La zaga volvió a despejar el cuero reportando otro córner, este sin ningún peligro para el marco del Marsella. Minutos después Di María lo volvió a intentar con un disparo seco. El balón salió fuera. La siguiente ocasión vendría de un centro botado desde la banda izquierda. Cavani conectó el cuero, pero el esférico salió desviado. Una nueva internada por la banda del conjunto parisino comportó que la defensa del Marsella se empleara a fondo. El resultado no se movía. A ninguno de los dos equipos le valía el empate.

Disputa por el balón de ambos conjuntos | Foto Twitter Oficial OM

En el minuto ochenta, Matuidi se internó por la banda izquierda centrando un balón al punto de penalti. Cavani, incomprensiblemente mandó fuera el cuero. El partido no cambiaba. El París Saint Germain tocaba y tocaba. El Marsella defendía despejando las ocasiones de peligro, siendo este el resumen del partido. El árbitro pitó el final del partido, comportando a ambos conjuntos un punto.