Sin ser su temporada más brillante, Paul Pogba se ha consolidado en la élite del fútbol mundial gracias a su buena temporada al mando de la Juventus. Junto a los Khedira, Marchisio, Sturaro o Hernanes, el francés ha comandado el acoso y derribo al ‘Scudetto’, peleado casi hasta el final junto al Nápoles.
Solo Leonardo Bonucci y Gianluigi Buffon han jugado más que Pogba en esta Serie A. 3018 minutos ha disputado el ‘todoterreno’ galo en los que ha destacado por haber anotado ocho goles, pero sobre todo por dar trece asistencias, dos de ellas ante el Torino, y siete de ellas en el último tramo de competición (de la jornada 30 en adelante), donde sin duda se vio una versión muy cercana al mejor Pogba, ese que nos remonta a sus inicios en la Juventus, el Manchester United, o el Mundial sub 20 de 2013.
Y es que tras un comienzo complicado, su despliegue físico, su calidad y su llegada son las cualidades más admiradas de este joven futbolista, de tan solo 23 años, que ahora buscará culminar una temporada histórica con un gran papel en la Eurocopa. Se habla, como cada verano, que los grandes de Europa le quieren para apuntalar sus plantillas. No es de extrañar que Zidane o Mourinho requieran sus servicios, pues ha demostrado que ninguna competición supone un reto imposible para él. Ha sido clave en esta Serie A, pero también en los partidos de Coppa o de Champions, el mejor escaparate para lucir en todo el Viejo Continente.
Es más fácil ser Mario Mandzukic, Paulo Dybala o Álvaro Morata si juegas junto a este diamante en bruto llamado Paul Pogba. No es casualidad que haya sido incluido en el once del año en la gala del Balón de Oro de la FIFA, pues pocos jugadores han demostrado tener esa personalidad. Quién sabe si será su último año como mejor centrocampista de la Serie A, y el año que viene estas líneas refieren al mejor centrocampista de la Premier League o de la liga española.