El Pescara jugará su séptima temporada en la Serie A con un claro objetivo: la salvación. Es lo mínimo y a la vez lo máximo que se puede exigir a este club que solo ha logrado salvarse una vez, en 1988. El resto de intentos fueron infructuosos, dato que espera cambiar con una larga trayectoria de 80 temporadas principalmente en Serie C y B. Así es el Delfino Pescara 1936.

Temporada 15/16: tocó fondo y encontró premio con el ‘playoff’

Con Massimo Oddo a los mandos, la primera temporada en los banquillos del ex jugador del Milan comenzó con el equipo en un rumbo irregular. Sin embargo, una racha de siete victorias seguidas entre diciembre y enero demostraron que este equipo debía aspirar, al menos, a jugar la eliminatoria por el ascenso. El formato de competición en la Serie B hace ascender a los dos primeros, mientras que del tercero al octavo disputan el playoff. Había, por tanto, opciones reales de ascenso.

Sin embargo, la temporada fue un continuo sube-baja. Después de esos dos meses mágicos, llegaron nueve partidos trágicos, con cinco derrotas consecutivas, algunas de ellas tan sonadas como el 5-2 en el campo del Pro Vercelli. El empate con nueve hombres ante el Ascoli tampoco auguraba un final de temporada mejor.

Aun así, el Pescara volvió a renacer de sus cenizas cual ave fénix, y encaró el sprint final de la temporada como si de un velocista se tratase. Siete victorias y dos empates en los nueve últimos partidos fueron suficientes para clasificarse para la eliminatoria por el ascenso. Como cuarto clasificado, además, lo que le permitía evitar la primera ronda.

Es decir, el Cagliari ascendió como primero y el Crotone hizo lo propio como segundo. El Pescara les había ganado a ambos en el estadio Adriático, pero había perdido en las dos visitas. Había motivos para creer. Solo uno de seis ascendía. 5º y 8º, y 6º y 7º se enfrentarían para dilucidar los dos equipos que jugarían las semifinales contra Trapani y Pescara, para posteriormente conocer quiénes jugarían la final. Casualmente, Trapani y Pescara fueron los que disputaron aquella final a doble partido, y el 9 de junio se supo que el Pescara ascendería gracias al 2-0 en casa y 1-1 fuera.

El héroe del ascenso fue, sin ninguna duda, el delantero italiano de ascendencia peruana Gianluca Lapadula. Lapadula, que ahora milita en el Milan tras su gran campaña, en la que anotó 30 goles en 44 partidos, además de haber dado 12 asistencias a sus compañeros. Con estos números, el Pescara encontró en el pichichi de la Serie B un hombre-gol adecuado a las exigencias de un conjunto candidato al ascenso. Además, tres goles en los cuatro partidos decisivos por el ascenso, confirmaron la dependencia absoluta de Lapadula.

Una gran pretemporada para coger sensaciones

Cinco partidos ha disputado el Pescara en esta pretemporada. Cuatro victorias y una derrota, eso sí ante el equipo más potente de los cinco, el Celta de Vigo, es el balance. Las cuatro victorias se han producido ante equipos italianos de menor nivel. Primero fue el Teramo, de Lega Pro, al que venció por dos goles a cero. El San Nicolo, el Pineto y el Vincenza tampoco fueron rivales para el Pescara. El Celta venció por la mínima a los italianos (1-2), en un encuentro en el que Hugo Mallo y Iago Aspas marcaron para los vigueses y Manaj lo hizo para el Pescara.

24 de julio Amistoso Teramo 2-0 Victoria
28 de julio Amistoso San Nicolo 5-0 Victoria
31 de julio Amistoso Pineto 4-1 Victoria
3 de agosto Amistoso Vicenza 1-2 Victoria
6 de agosto Amistoso Celta de Vigo 1-2 Derrota

En el apartado de bajas, destaca sobremanera la marcha del delantero Gianluca Lapadula, que se marcha al Milan por nueve millones de euros. El balance es que se ha tenido que hacer un equipo casi nuevo, pero da la sensación de que los refuerzos mejoran las salidas, aunque aún está por ver. Muchos jugadores, como Perrota, Diamoutene, Clemente, Karkalis, Sansovini, Forte, Barba… salen del club.

Aun así, hay esperanza con los que llegan para reforzar el bloque. Nombres como Bryan Cristante, procedente del Benfica, el veterano portero Albano Bizarri, el centrocampista Valerio Verre, procedente del Udinese por cuatro millones, el defensa Biraghi o el centrocampista Ahmed Benali como principales fichajes a lo largo del verano, y Alberto Aquilani, Simone Pepe, Jean Bahebeck y Robert Muric reforzando al equipo a última hora.

-Altas: Crescenci, Manaj, Caprari, F. Nicastro, A. Bizarri, A. Di Massimo, V. Verre, A. Benali, B. Cristante.

-Bajas: G. Lapadula, L. Branescu, Perrota, Diamoutene, Clemente, Karkalis, Sansovini, Forte, Barba.

Por todo ello, el objetivo del Pescara no es otro que la salvación, sobre todo tras el pobre rendimiento que tenemos como referencia por los equipos que subieron la temporada pasada. Frosinone, Hellas Verona y Carpi dieron todo de sí para salvarse pero no lo consiguieron. El Palermo estuvo a punto de caer, pero aun haciendo una mala temporada logró salvar los muebles. Ese será el reto de Massimo Oddo: la permanencia.

Pescara, siempre de azul y blanco

Los ‘biancoazzurri’ seguirán haciendo honor a su apodo de ‘delfini’ una temporada más, ya que Errea, la marca que viste al club, presentó el pasado 9 de agosto las equipaciones del Pescara. La primera sigue siendo a rayas blancas y azules, mientras que la segunda equipación será de color azul oscuro, con una banda blanca en el pecho y otra azul más claro. La equipación alternativa, y la de portero serán, respectivamente, amarilla y rosa. Además, a modo de hermandad con el Vincenza, el club ha presentado otra camiseta alternativa, con los colores blanco y rojo simbolizando los colores de este histórico de la Serie B.

Las camisetas del Pescara. | Foto: Planeta Fútbol
Las camisetas del Pescara. | Foto: Planeta Fútbol

Delfino Pescara 1936

Fundación: 1936 (refundación en 2009).

Estadio: Adriatico-Giovanni Cornacchia. 20.476 espectadores.

Presidente: Daniele Sebastiani.

El entrenador: Massimo Oddo

En su primera temporada como entrenador del Pescara logró el ascenso a la Serie A. Ese es su mayor logro como entrenador, ya que anteriormente a esta etapa solo había entrenado al equipo Primavera (sub 19), y a un equipo de la cantera del Genoa.

Sin embargo, Massimo Oddo tuvo una destacable carrera como futbolista. Canterano del Milan, pasó por cinco cesiones en cuatro años para acabar marchándose al Nápoles, al Hellas y al lazio. Volvería al Milan para tratar de triunfar en la que fue su casa, aunque nuevamente se marchó cedido al Bayern y al Lecce. A nivel de selección, jugó 34 partidos con la ‘Azzurra’, con la que ganó el Mundial de 2006. A nivel de clubes, una Champions, una Serie A, un par de Supercopas y un Mundial de Clubes adornan su trayectoria.

El equipo: nada que temer pese a salir con un 4-3-2-1

El sistema comúnmente conocido como ‘árbol de Navidad’ define perfectamente lo que es este equipo. Construido de atrás hacia delante, Bizzarri y diez más saben que una buena defensa es lo mejor para un gran ataque. Es decir prácticamente defienden con siete hombres bien colocados y atacan con tres que deberán buscar ganar la guerra casi por su cuenta.

A la espera de saber cómo encajan los últimos fichajes (especialmente Simone Pepe y Aquilani, que salvo sorpresa vienen para ser titulares), jugadores como Zampano, Campagnaro y Biraghi son fundamentales en la zaga. La creación, al menos en lo visto hasta ahora, corre a cuenta de Cristante, Brugman y Memushaj. Los tres de arriba, la misión del gol, es cosa de Benali, Caprari y Berre. El banquillo debe aportar el plus de competitividad necesario para lograr los objetivos.