El derbi de la ciudad norteña de Italia traía muchas espectativas consigo y no defraudó. Un equipo venido a más en los últimos años y sobre todo el actual, liderado por el gallo Belotti, pretendía plantar cara al peor de los vecinos. Ese vecino, la Juve, líder en solitario de la Serie A y total dominadora del trofeo en los últimos años, tendría que pasar una prueba de fuego fuera de casa. El Torino, séptimo, buscaba arañar puntos a una Juventus que marcha líder con ahora siete puntos de diferencia sobre la Roma. Entrenadores muy experimentados salían con todo lo que tenían. La delantera velocísima del Torino buscaba hacer daño a la mermada defensa bianconeri.

Primera parte de emociones

Comenzaba el partido con un ambiente increíble, de grandes citas, de pasión, de fútbol puro. Mucha tensión entre ambos conjuntos que se veía reflejada en el rostro de los entrenadores desde el saludo protocolario. Allegri salía al Olímpico de Turín a por todas y Mihajlovic no se achicaba y planteaba el partido a por todas. El inicio del derbi turinés no dejo parpadear a los aficionados. Desde el comienzo ambos equipos trataban de buscar la portería rival sin titubeos, la Juventus desde el control del balón y el Torino desde una presión asfixiante. El primero en golpear sería el equipo bianconeri cuando Sturaro profundizaba bien por banda, colocaba un centro raso que remataba Khedira. El disparo fue mordido y Mandzukic puso el pie para desviar el disparo. Hart reaccionó con reflejos felinos y desvió el disparo a córner. Primera ocasión y primer susto para Il Toro. Pero, como buen toro bravo, cuando se siente atacado contraataca más fuerte. En el minuto 17, una contra lanzada por la banda derecha hacía que Baselli llegase a línea de fondo y pusiese un centro para que Belotti se adelantase con la cabeza a Rugani y mandase el balón a la red. Gol del gallo, y qué gol y menudo estado de forma. Se crecían los locales. Muchísima presión y velocidad, no dudaban en salir a toda pastilla hacia la portería rival. Ljajic asombraba con recortes y algún buen disparo desde fuera.

Bellota fue un dolor de cabeza constante para la zaga rival. | Foto: Torino
Bellota fue un dolor de cabeza constante para la zaga rival. | Foto: Torino

​ Vechia Signora nunca pierde la cara al partido y en el minuto 28 robaba un balón en tres cuartos de campo. Khedira pasaba el esférico a Manzdukic que, con un toque maravilloso de taco, cedía a Higuaín para que entrase en el área y batiese a Hart. Volvió el argentino tras un mes sin marcar en Serie A y lo hacía en el mejor momento. Los más de 15 minutos restantes de la primera parte se desarrollarían en la mitad del campo local. El Torino se veía con una estacada muy dura al haber conseguido hacer lo más difícil pero que no quedó en nada minutos después. La Juve se sentía cómoda por fin con el balón y solo con la potencia de Belotti se veía obligado a defender. Sturaro estuvo muy activo sobre todo por banda y Khedira se multiplicó sobre el césped. Se llegaba al descanso al revés de como se inició el partido. La Juve de menos a más y el Torino de más a menos.

Higuaín enseña para que llegó

En la segunda parte saltaron los mismos 22 futbolistas que terminaron la primera. Pareció una mitad completamente inconexa de la primera y de otro partido diferente. El Torino salió muy dormido al campo y la Juventus salió con ansias de rematar la faena. Sturaro disparó desde el borde del área y más tarde, en el minuto 49, Khedira erraba un disparo desde dentro del área que pudo suponer el 1-2. Muchos espacios dejaban los locales que aprovechaban los centrocampistas juventinos para recuperar rápido y salir a la contra. Eso sí, el estado de forma de Belotti no se escondió y cada vez que llegaba el Torino a la portería rival se generaba peligro y hacía que Buffon se esforzara para atrapar los disparos. Muchas faltas en una segunda mitad marcada por las interrupciones, culpa del árbitro que no pasó ni una infracción o de los jugadores por los nervios, pero no se vio mucho fútbol desde el minuto 65 al 73. El Torino apretó mucho en el minuto 70 con una presión muy alta y el estadio que animaba cada oportunidad. Pero, ante esa presión, la Juve se adaptó y decidió dar un cambio en su plan. Salió a la contra enlazado por Lemina y con un Dybala recién entrado al campo. El más joven de los argentinos volvió a la Serie A después de su larga lesión de la mejor manera.

Un centro larguísimo de Khedira en el minuto 82 lo transformaba Higuaín en un golazo. Peleó con el defensor, aguantó con el cuerpo, se generó su espacio, dejó que el balón botase para engancharla a la altura perfecta y mandó el balón al fondo de las mallas. Doblete de Higuaín que enseñó a los aficionados para qué se pagaron 90 millones de euros por él. Sacó de apuros a su equipo y asestó una cornada letal al Torino que justo había realizado un doble cambio buscando ir a por el partido.

Doblete del Pipa. | Foto: Juventus
Doblete del Pipa. | Foto: Juventus

El resto del partido fue muy cómodo para los bianconeri. Dybala se dedicó a hacer travesuras y, en una de ellas, se marchó de tres adversarios y cedió a Higuaín que remató pero no pudo hacer el hat-trick. Ese rechace le cayó de nuevo a Paulo y asistió para que Pjanic marcase el tercero tras dos paradones de Hart en el añadido. Se acabó el partido y la Juventus avisó de que es un gigante de Italia. No se anda con chiquitas el equipo de Allegri. Higuaín, ha vuelto y en qué momento.