Una de las eliminatorias más reñidas y parejas de todos los dieciseisavos de UEL se daba cita en el Estadio de la Cerámica. Se enfrentaban el submarino amarillo y los capitalinos de Roma. El Villarreal venía de una racha de resultados negativos con dos empates consecutivos, una victoria y una derrota en el campeonato liguero. Los italianos, por el contrario, enlazan tres victorias seguidas en la Serie A. Ambos equipos tenían a su disposición a todos sus efectivos a excepción de Roberto Soldado por el Villarreal.
Respecto a la fase de grupos de esta misma competición, el Villarreal pasó como segundo de grupo L detrás del Osmanlispor. Los amarillos no cuajaron una fase como se esperaba de ellos y se terminaron clasificando en la última jornada. La Roma pasó como primero del grupo E.
Buena primera parte de ambos equipos
Comenzaba el partido con ambos equipos bien asentados en el verde. El sistema 4-4-2 que presentaba Fran Escribá parecía priorizar el medio del campo, con un Jonathan Dos Santos que se volcaba hacia el medio partiendo de una banda y en el que Castillejo se sumaba al ataque para conformar un 4-3-3 ocasional. Sobre el papel es buen planteamiento ante el 3-5-2 que presentaban los de Spalletti. Los tres centrales sufrirían en principio, pero nadie se esperaba una actuación tan solvente de los carrileros romanos. Como equipos aspirantes, ambos empezaron con intensidad y buscando el control de la pelota. Ida y vuelta inicial sin ocasiones pero con transiciones rápidas. Los locales mediante pases a Bakambu y Sansone muy verticales y los visitantes, con pases a Dzeko que, ayudado por Nainggolan, cedía a las bandas para la incursión de Emerson y Peres. Mucho más profundo la Roma de la mano de El Shaarawy pero se topaba con un Musacchio que no regalaría nada. En el otro área, era Castillejo el que ponía en problemas sobre todo a Fazio. Avisaba el malagueño con un disparo lejano en el minuto 15. Muy disputada la primera media hora en la que la Roma parecía tener algo más de iniciativa. Con una buena presión, los italianos robaron en campo contrario a Castillejo que erró en los regates. El balón le llegó a Emerson que, siendo zurdo, conectó un golpeo con la derecha desde fuera del área que entró por la escuadra alejándose de Asenjo en el minuto 31. Gol importantísimo fuera de casa de un hombre que fue un puñal durante todo el partido y le dio muchísimos problemas a Mario Gaspar. Poco más ocurriría en una primera mitad bastante disputada pero que dejaba claro a qué habían venido los italianos.
La segunda mitad tuvo dueño: Edin Dzeko
El segundo tiempo comenzó como terminó el primero. Una Roma intensa en todas sus líneas y con una presión asfixiante liderada por Nainggolan. Sin embargo, el Villarreal se quitaría el agobio y a partir del minuto 50 fue el que todos conocemos. Rápido en las transiciones con pocos toques por jugador e insistente por las bandas con Dos Santos y Castillejo. Cuando mejor estaba el submarino amarillo Spaletti hizo un cambio vital. Retiró a El Shaarawy para dar entrada a Salah.
En lugar de aguantar el 0-1 fue a marcar el 0-2 aprovechando los espacios de un Villarreal volcado. Lo encontró en el minuto 65 cuando un balón al hueco lo recogió Salah que penetraba en el área y cedía a Dzeko. El bosnio, con muchísima clase, quebraba con la cintura a Musacchio y batía a Asenjo con la izquierda. Resultado buenísimo para los italianos y un gol demoledor en la actitud de los castellonenses.
Ese gol fue clave en el desarrollo del partido ya que a partir de ahí, los visitantes fueron dominadores totales del encuentro. Esto no acababa y Dzeko en otra lección de delantero centro, puso el cuerpo ante un Victor Ruiz blandito y le ganó el espacio. Se plantó delante del portero y mandó el esférico a la red en el minuto 78. Era un no parar y los locales se veían cariacontecidos ante lo que era una eliminación casi total. Les quedaba marcar un gol para darle un hilo de esperanza a su afición pero era incapaz y Allison despejaba todo disparo que se le acercaba.
Escribá reemplazaba delanteros pero no surgía efecto. En otra contra de la Roma, Dzeko volvía a recibir y cedía a un Nianggolan escorado en la banda que centraba raso. De nuevo quebraba a los centrales el bosnio con un buen control y disparaba raso al segundo palo para completar su hat-trick. Lección magistral de delantero en todas sus facetas. Ese gol en el minuto 88 terminó de sellar una eliminatoria sentenciada al 99,9%.
Claves del partido
- La actitud de los jugadores italianos fue clave en el desarrollo del partido ya que no perdieron la cara al partido en ningún instante.
- La presión constante de un Nainggolan incansable que no dejó jugar cómodo al Villarreal.
- El cambio de Salah de Spalletti que fue determinante en el desarrollo del partido ya que se mostró ambicioso y consiguió un resultado definitivo.
- El desacierto de los delanteros locales. Tanto Bakambu como Sansone se marcaron pitados del terreno de juego por una afición que ve como tienen cuatro delanteros en plantilla y ninguno de ellos consigue ver puerta con asiduidad.
Partido muy completo tanto defensivamente como ofensivamente de los romanos. Completan una candidatura muy firme a ser aspirantes de ganar esta competición y que apea a un segundo plano a un Villarreal que soñaba con hacer cosas grandes pero por mala fortuna se topó con un equipo muy fuerte.