Partido de ida y vuelta entre la Juventus y el Milan, que se decidió con una pena máxima en la última jugada del encuentro, tras una mano dentro del área de De Sciglio. Dybala, que volvía a encontrarse con Donnarumma enfrente, no perdonó esta vez y regaló a su equipo tres puntos que pueden ser casi definitivos en la lucha por el título final. La Juventus puso muchísima intensidad desde el primer minuto del partido, pero el jovencísimo portero italiano del Milan tenía otros planes y demostró, jugada tras jugada, por qué es considerado el sucesor del mito Gianluigi Buffón y porque escribirá grandes historias de este deporte en las próximas décadas. Ésto permitió a su equipo luchar por sacar algo positivo de un estadio donde nadie lo hace en el campeonato nacional desde hace 31 partidos, incluido el de esta noche. Incluso, con Deulofeu a la cabeza, tuvo alguna ocasión en los contrataques que la Juventus concedía, fruto de su afán por buscar la victoria.
Fenómeno
No hay otra manera de describir al portero milanista. Son por lo menos cinco paradas espectaculares las que se pueden contar: a Pjaca, a Khedira, a Pjanic y a Higuaín por partida doble. Adivinó incluso el penalti final, que de pararlo, habría que haberlo sacado a hombros de Turín. En poco tiempo comenzará el aluvión de ofertas por este portero y nosotros, por el bien del fútbol italiano, esperamos que permanezca dentro de nuestras fronteras.
Partido
La Juventus, con la sanción de Cuadrado y la lesión de última hora de Mandzukic por un cólico, proponía a Daniel Alves como extremo y a Pjaca en lugar del delantero croata. Por su parte, Montella eligió a Sosa para sustiruir a Locatelli y colocó a Zapata de lateral derecho con De Sciglio en el izquierdo. Ritmo muy alto el que ofrecía la Juventus, que tras el empate en Udine, no quería dejar escapar estos tres puntos. De hecho, el conjunto de Allegri realizó un buen partido, con dos deméritos: no materializar las ocasiones de gol y encajar uno en la primera ocasión en contra. Todo parecía que iba a ir cuesta abajo para los locales con el gol de Benatia, pero un gol de Bacca antes del descanso, tras un contragolpe milanista, complicó todo.
Montella se vió obligado a sustituir al colombiano por problemas muscolares, tomando la decisión de introducir un centrocampista más (Kucka) y dejando a Deulofeu como hombre más delantado. A partir de este momento el Milan se dedicó únicamente a contragolpear (con cierto peligro) y a esperar a la Juventus en su propio campo. Una Juventus, que introdujo incluso al prometedor delantero nacido en el 2.000, Kean, en lugar de un fatigado Pjaca. Precisamente este último, que apareció en la alineación en el último momento, demostró la constante progresión que está teniendo y que tantas veces ha comentado su entrenador en rueda de prensa. Si mejora su capacidad goleadora podrá ser uno de los grandes futbolistas de los próximos años.
El mérito del Milan fue conseguir quedarse en el partido ante un rival bastante superior, especialmente en el centro del campo. Sosa, uno de los más destacados, sería finalmente expulsado en el tercer minuto de descuento por una entrada a Asamoah, para frenar al africano en su intento de avanzar con peligro hacia el área milanista.. Después de eso, solo dó tiempo para el penalti decisivo (muy discutido por los milanistas), que dará mucho que hablar seguramente. El Milan parece dispuesto a luchar por Europa hasta el final y la Juventus camina directa a su sexto 'Scudetto' consecutivo, algo nunca conseguido anteriormente por ningún equipo italiano.