No siempre los partidos en los que ninguno de los dos equipos se juegan nada tienen por qué ser aburridos. De hecho, al jugar sin presión, muchas veces se suele ver un fútbol mejor y más atractivo que en otras ocasiones. El simple hecho de jugar por jugar, de poder dar una alegría a la afición, de tratar de marcar el máximo de goles. Hasta siete, con este trasfondo, fueron los tantos que se han visto en el encuentro entre el Inter de Milán y el Udinese. El Inter cierra la temporada en séptima posición, sin plaza europea, mientras que el Udinese ha sido decimotercero.
Después de sendas rachas horrendas, el Inter con una victoria en nueve partidos, y el Udinese con una en seis, este partido debía servir para poner el punto final a una temporada que parecía no acabar nunca. Como dijo Vecchio después del partido, el Inter quería despedirse con algo de honor de la temporada, y así fue. Un aluvión ante el que poco pudo hacer el conjunto visitante, que maquillaría el resultado en los instantes finales.
El Inter quería pasar página rápido
Salió el Inter a morder, a hacer los deberes y hacer disfrutar a su afición desde el minuto uno. No fue en el primero, pero sí en el quinto, cuando Éder se quedaba solo en el área del Udinese para rematar un pase atrás de Santon y ponía el 1-0. Pero el Udinese no le perdió la cara al partido en ningún momento. Los de Luigi Delneri reaccionaron y tuvieron dos ocasiones, una de Duvan Zapata y otra de Thereau, que no llegó a rematar un córner en boca de gol.
Con algo de polémica, el tanto que llegó fue el segundo para el Inter. Éder fue a la presión en una jugada que el Udinese reclamó como falta, pero el brasileño le puso el balón en bandeja al croata Ivan Perisic, que en una posición dudosa pero legal remataba de primeras y ponía el 2-0 en la meta de Scuffet. Fue el peor tramo del partido para el Udinese. Los ‘bianconeri’ no podían detener la avalancha de ocasiones locales. En esas llegó el tercero, nuevamente Perisic para Brozovic, la combinación croata que significaba el 3-0. El propio extremo tuvo el cuarto justo antes del descanso pero esta vez no estuvo acertado.
Los entrenadores movieron el banquillo. Delneri había dado entrada a Matos por Thomas Heurtaux, el futbolista cuya presencia en el once había sorprendido en detrimento de Rodrigo De Paul, ya que en el minuto 29 no se encontraba en condiciones de continuar el partido. En el tiempo de descanso introdujo a Badu por Jankto, mientras que Vecchio dio entrada a Nagatomo por Gary Medel.
Ni siquiera las modificaciones tácticas pudieron cambiar la dinámica al volver de los vestuarios. Cuando apenas habían transcurrido diez minutos, Éder ponía el cuarto en la red tras la enésima ‘bicicleta’ de Perisic en banda izquierda y a pierna cambiada, una de sus jugadas favoritas. El brasileño sumaba dos goles y una asistencia en el partido, justo al contrario que el ‘44’ interista.
El Udinese tiró de orgullo y encontró su premio
La entrada de Lucas Evangelista dio al Udinese la profundidad que necesitaban los visitantes para reducir distancias en el marcador. Duvan Zapata volvió a acercarse sin éxito a la portería de Carrizo, y en la réplica, Rodrigo Palacio, que llevaba poco en el campo, mandó al palo un remate. Fue el propio Evangelista el que más rondaba el gol, pero este llegaría a quince minutos del final, obra de Andrija Balic, tras clavar un zapatazo en la escuadra del portero argentino.
La mala suerte volvería a encontrarse en el camino del Udinese, con un disparo de Kondogbia que no parecía alcanzar portería, pero el despeje de Angella hacia su propia portería acabó por completar la ‘manita’ en la meta de Scuffet. La nota positiva llegó en el último suspiro para Duvan Zapata, el incansable delantero colombiano encontró su gol en el segundo palo de un córner botado por Felipe.
Así, Inter y Udinese cierran una temporada algo insulsa. Los ‘nerazzurri’ finalizan séptimos y se quedan a las puertas de la Europa League, donde sí estará el máximo rival. El Udinese, por su parte, finaliza 13º tras lograr la permanencia con menos apuros que el año pasado. Sin embargo, para un club que acumula 22 temporada seguidas en la máxima categoría del ‘calcio’, y que hace pocas temporadas estaba jugando en Europa, es un año algo decepcionante.