El mundo del fútbol en su totalidad lloró hace tan solo dos temporadas la desaparición de un equipo histórico del fútbol italiano como el Parma. El club fue refundado con el nombre de Parma Calcio 1913 y fue relegado a la Serie D, situación que provocó una fuga de futbolistas en busca de oportunidades a equipos más competitivos.
En el epicentro de esa tempestad apareció un rayo de luz mediante la figura de su capitán. Alessandro Lucarelli declaró a los cuatro vientos su amor por el equipo y por el fútbol e indicó que no abandonaría el barco y se quedaría ligado al Parma hasta que volviesen a ser un equipo grande que militase en Serie A. El deseo del defensor italiano empezó a gestarse cuando la pasada temporada el club ascendió a Lega Pro y se vio todavía más claro con el segundo ascenso consecutivo al término de este curso futbolístico a la Serie B.
Los años poco a poco van cargando cada vez más las piernas a todo el mundo y Lucarelli no se escapa, el 22 de julio cumplirá la friolera de 40 años y acababa contrato este mismo 30 de Junio, por lo que la junta directiva del Parma obró con presteza para renovar su contrato por una temporada más.
Ahora solo queda ver si el Parma es capaz de obrar la gesta de volver a la máxima categoría del fútbol italiano en tan solo tres años con tres ascensos consecutivos y de ver como Lucarelli sigue comandando la zaga de I Crociati en la que será su décima temporada inmerso en las filas parmesanas tras haber pasado por equipos como el Piacenza, AlbinoLeffe, Palermo, Fiorentina, Livorno, Reggina Calcio y Genoa; o si por el contrario se mantienen en la B hasta que el año próximo vuelvan a tener otra oportunidad. Un buen capitán es el último en abandonar su barco, Lucarelli no lo hará hasta verlo navegar de nuevo por el mar de la Serie A, si el físico se lo permite.