En una ronda de octavos en la que se enfrentaban dos equipos de Serie A y de buen cartel, lo cierto es que el partido estuvo a la altura de las expectativas en cuanto a igualdad y competitividad, aunque no tanto en el apartado de vistosidad. La Fiorentina y la Sampodria plantearon un partido muy disputado aunque no con demasiado ritmo.

Los errores marcaron el camino

La Fiorentina fue capaz de dominar los primeros minutos de encuentro, principalmente a raíz de adelantarse en el marcador apenas en la primera ocasión que tuvo. Khouma Babacar le tiró el desmarque a un Marco Benassi que puso un balón perfecto al espacio, aprovechando la arrancada del senegalés en el hueco entre central y lateral que el delantero aprovechó como en él es habitual; ganó la posición con potencia, utilizó el cuerpo para posicionarse y definió con un fuerte disparo por el palo corto de Puggioni que no pudo desviar. Desde ese momento se asentaron en campo de la Samp, aunque con pocas posibilidades de generar peligro, abusando con frecuencia de centros laterales fácilmente defendibles por la zaga genovesa.

Con el paso de los minutos el conjunto viola fue cediendo protagonismo, y los de Marco Giampaolo fueron entrando poco a poco en el partido. Al igual que sus rivales, mostraron carencias a la hora de abrir espacios en la defensa contraria, y al final el centro acababa siendo el recurso más utilizado por el club genovés. Fue a través de un centro, pero en un balón parado, cuando Barreto aprovechó un mal despeje dentro del área toscana para enviar el balón al fondo de la red rozando el fuera de juego. Pocas alternativas y opciones destacables en una primera mitad en la que los errores, tanto en marcas como en despejes, hacían variar el marcador. Más jugo que juego.

Solo el punto de penalti fue capaz de desequilibrar

La segunda parte continuó con la misma tónica y dinámica que la primera. Ninguno de los dos equipos era el principal poseedor del balón. La principal disputa se desarrollaba en el centro del campo, lo que propiciaba que las acciones de mayor peligro llegaran a través de acciones verticales o, una vez más, a balón parado. Así fue como, a través de una falta lateral y otra desde la frontal, la Sampdoria estrelló el esférico dos veces contra los palos. Sin embargo fue de otra forma en la que, sin el balón en movimiento, se lograron los tres goles restantes del partido. No fue de otra manera que de penalti.

El primero, sobre Khouma Babacar, fue bastante dudoso, con un posible fuera de juego posterior incluido. Aun así, acudiendo al VAR en una ocasión, el colegiado acabó señalando tres veces el punto fatídico. Una vez más, el tema del videoarbitraje volverá a copar portadas y numerosas líneas de tinta por lo visto tanto en esta eliminatoria de Coppa como en el partido inaugural del Real Madrid en el Mundial de Clubes, un nuevo escaparate para esta revolución tecnológica que poco a poco se va implantando en el fútbol.

Tras esta victoria la Fiorentina tendrá la oportunidad de enfrentarse en los cuartos de final al vencedor del Lazio - Cittadella, pudiendo optar a unas semifinales que en Italia ya si, son a doble partido. Veremos hasta dónde llega la aventura de los pupilos de Stefano Pioli, que pueden lograr en Coppa un pase para una competición europea que en Serie A se le está resistiendo en lo que va de temporada. Sin duda la competición copera puede ser su vía de escape a una temporada irregular.