El partido empezó con un ritmo bajo de intensidad y con el ADO de la Haya dominando el cuero y llevando la iniciativa en el juego, tocando en campo rival con mucha paciencia en busca de algún espacio en la defensa de un PSV que se mantuvo replegado en los primeros minutos de juego. Con el paso del tiempo, los de Cocu se hicieron con el control del balón, y empezaron a encerrar a un equipo que por el momento se mantenía firme en defensa, y no concedía espacios. El conjunto rojiblanco que estaba formando con un 4-4-2, estaba apostando por jugar al contraataque saliendo con los dos extremos, Locadia y de Jong, aunque dada la lentitud con la que estaba moviendo la pelota, y los pocos espacios que habían entre líneas, se hacía imposible cualquier intento de ofensiva.

Anestesia colectiva con tintes de dominio del ADO

Después de los primeros minutos, la dinámica de juego siguió igual, el ADO den Haag se estaba defendiendo con la pelota, y el PSV que era un puedo y no quiero, no estaba realizando esfuerzos por recuperar el balón, y cuando lo recuperaba no lo aprovechaba para atacar la portería contraria. La cadencia de intensidad estaba por los suelos, y ninguno de los dos conjuntos estaba llegando al área del oponente en medio de unas circulaciones de balón muy lentas. Tras un tiempo, el partido siguió igual, el conjunto rojiblanco dominaba territorialmente, aunque con el esférico apenas estaba creando peligro, exceptuando alguna llegada a línea de fondo de Jürgen Locadia que estaba siendo de lo poco rescatable del líder de la Eredivisie.

En los últimos minutos de juego, el equipo de Eindhoven siguió en las mismas, dominaba la redonda, pero estaba jugando a un ritmo lento de juego, y sus posesiones largas en campo del contrincante estaban siendo de lo más estériles, y tampoco encontraba la solución en buscar a Luuk de Jong con balones largos. Nada le funcionaba al combinado dirigido por Philip Cocu, que apenas había llegado al área rival en el primer tiempo, y que no encontraba la manera de crear peligro, ni siquiera cuando se estiraba y algunos centrocampistas se sumaban al ataque conseguía rematar una jugada.

Despertar de los locales 

El segundo tiempo comenzó con control del PSV que había salido con otra intensidad al encuentro, y que estaba encerrando al ADO den Haag en su campo a base de tocar, y de combinar entre líneas. Una de las causas del resurgimiento de los locales fue sin duda el cambio de posición de Gastón Pereiro, que al contrario que en el primer tiempo, estaba alternando la banda y la mediapunta, y fruto de ello empezó a ofrecerse más, a bajar para recibir, y a iniciar las jugadas con conducciones por dentro y por las bandas. Pero el mérito no era solo del talentoso mediapunta uruguayo, sino de todo el equipo, que se dio cuenta de que había una liga en juego, y cambió de actitud, presionando más y siendo mucho más directo y decidido a la hora de atacar.

Después de los primeros minutos de juego, el equipo de Eindhoven perdió en intensidad, a pesar de que seguía controlando el partido, y de que seguía llegando con peligro al área rival. Visto que ya se había esfumado el efecto del arreón inicial, Philip Cocu buscó revitalizar al equipo en ataque, sacando del campo a Gastón Pereiro que estaba siendo el mejor del equipo, e introduciendo a un irregular Lestienne que no ha terminado de cuajar. El 1-0 llegó por medio van Ginkel que remató de tacón en el área pequeña un disparo de Brenet desde la frontal del área. Tras el gol, la cadencia de intensidad descendió aún más, y el ADO de la Haya que había pasado muy inadvertido en ataque durante todo el partido, estaba dominando la pelota con una circulación de balón muy lenta, y no estaba consiguiendo pasar del centro del campo.

En los últimos minutos de juego, de Jong marcó el 2-0, tras controlar un balón largo de Guardado con el pecho y batir a Hansen en el mano a mano tras forcejear con un defensa. En los últimos segundos del encuentro, el PSV controló el partido, y trató de dormir el encuentro con posesiones largas, apurando el poco tiempo que le quedaba para terminar, con tranquilidad. Pese a que el ADO estaba buscando a sus atacantes en largo, los de Cocu no estaban sufriendo en el tiempo de descuento, ya que estaban consiguiendo mantener el balón alejado de su portería.