El partido de hoy tenía muchos alicientes para ambos equipos, pero más si cabe para el Manchester City. Era su último partido de la temporada en el Etihad Stadium, el último que Manuel Pellegrini dirigiría en casa y, por segunda vez en esta semana, la Liga de Campeones estaba en juego.
Excepto el Leicester, que se proclamó campeón de la Premier League la semana pasada, ningún equipo de la zona alta de la tabla tiene asegurada su plaza y los dos equipos que se enfrentaban hoy en el Ciudad de Manchester necesitaban la victoria para asegurarse un puesto entre los cuatro primeros y, o bien clasificarse directos para la próxima temporada de la Liga de Campeones, o bien poder jugar la fase previa. Pero han desaprovechado la ocasión.
El City aprieta, pero no ahoga
El encuentro comenzó dominado por el conjunto sky blue, que hizo sus primeras llegadas antes de que transcurriesen los cinco primeros minutos de juego. Tal era la superioridad de los locales en la posesión y en la presión que no tardarían en ponerse por delante en el marcador. En el minuto 8 Agüero sellaba el 1-0 con una volea desde el centro del área a pase de Fernandinho que entró de lleno en la portería de Petr Cech.
Sin embargo, como viene siendo habitual en los últimos partidos del Manchester City, la alegría duraría poco. Pudo cometer un error fatal Clichy cuando, al intentar despejar un balón en su área, este acabó pegando en el palo derecho. Por suerte para los citizens, el esférico se fue por la línea de fondo. Pero esta jugada había sido un presagio de lo que ocurriría a continuación. Un nuevo error en la defensa de los locales dejaría solo a Giroud, que remató a placer el saque de esquina devolviendo el empate al luminoso.
La intensidad del partido iba aumentando conforme pasaban los minutos y de nuevo era el equipo de Manuel Pellegrini el que controlaba el balón. El City tocaba la bola una y otra vez en el lado del Arsenal, y de nuevo apareció Agüero para encontrar la oportunidad de adelantar a los sky blue. Lo intentó haciendo la misma jugada que hacía solo unos minutos, pero esta vez el esférico acabó rebotando en la defensa gunner.
Tras el primer cuarto de hora de encuentro, el ritmo comenzó a descender y llegó un nuevo problema para el conjunto de Arsène Wenger: Welbeck se hizo daño en una pelea por el balón y quedaba tirado en el suelo doliéndose de la rodilla, lo que obligó al técnico francés a mover su primera ficha y dar minutos a Wilshere (una opción que parece no haber sido la más acertada por lo poco que el centrocampista inglés ha entrado en juego).
Casi superados los primeros treinta minutos, volvió la acción al Etihad y, cómo no, el guion no cambiaba: el City dominaba y el juego se centraba alrededor del área de Petr Cech. Lo intentaron por activa y por pasiva Navas, Agüero y De Bruyne, pero se encontraron una y otra vez con la defensa y con el guardameta checo.
Mientras, el Arsenal parecía tener solo un objetivo: defender. Y sus llegadas se vieron reducidas –además de la del empate– a un tiro alto de Alexis Sánchez ya al filo del descanso que atrapó sin problemas Joe Hart.
Una copia de los primeros 45'
La segunda parte iba a ser, prácticamente, una copia de la primera. Comenzó con una primera oportunidad para el conjunto citizen que Fernandinho mandó directo a la grada. Solo unos minutos después, en el 52, subiría al marcador el segundo tanto del City. Kevin De Bruyne comenzó y finalizó una magnífica jugada individual que nació tras un rebote en el centro del campo y entró a portería rozando el palo.
Dos minutos después pudo ponérselo difícil al Arsenal Kelechi Iheanacho, o incluso sentenciar el partido, pero erró en su decisión. Intentando hacer una jugada similar a la que acababa de hacer su compañero, el nigeriano se llenó de balón y acabó haciendo un disparo muy desviado. Un simple pase a Navas, que se encontraba solo a escasos metros de él, podría haber cambiado el destino de la jugada.
El conjunto de Arsène Wenger comenzó a reaccionar pasada la primera hora de partido, y lo hizo de forma impecable. Los gunners no solo se están jugando estar en Liga de Campeones en la próxima temporada, sino también acabar como subcampeones de la Premier League, y una derrota hoy podía hacerlos acabar la liga –poniéndonos en lo peor– en el 4º o 5º lugar de la clasificación. Lo intentó en varias ocasiones Giroud, que se encontraba una y otra vez con los despejes de Otamendi. Pero el gol del empate llegó. Tras una pared con el francés –y un nuevo fallo de la defensa citizen–, Alexis Sanchez se quedó solo en el borde del área y colocó el 2-2 en el marcador.
Como ya ocurriera en la primera mitad del encuentro, tras el empate bajó el ritmo del juego y las ocasiones que se daban estaban prácticamente todas firmadas por las botas de los jugadores del Manchester City.
Ya a punto de cumplirse el minuto 90 llegarían dos nuevas ocasiones claras, una para cada equipo y las dos con el mismo desenlace: primero la mandó al larguero el Arsenal en una jugada que fue anulada por fuera de juego. Minutos más tarde era Wilfried Bony quien estrellaba en el palo la última ocasión clara para que el conjunto de Manuel Pellegrini se despidiera de su afición llevándose los tres puntos en juego.
Los últimos minutos pasaron rápido entre tarjetas amarillas y saques de falta. Nada había cambiado desde que Anthony Taylor pitara el inicio del partido hasta que sonó el pitido final. Arsenal y Manchester City mantiene sus posiciones y los tres puntos que los separan en la clasificación. Pero no deben confiarse, solo falta una jornada para que finalice esta temporada de Premier League y un fallo puede hacer que el Manchester United, con un partido menos (el encuentro frente al West Ham que se jugará el próximo martes), envíe a uno de los dos equipos fuera de los puestos de Liga de Campeones.