Partido en donde el juego fue más protagonista que las ocasiones. Ambos equipos fueron conocedores del potencial del ataque de su rival, lo que ocasionó que las defensas fueran las grandes protagonistas. El conjunto local fue el equipo que mayor cantidad de ocasiones logró generar, convirtiendo al guardameta rival en el héroe de su equipo, salvándolo en varias ocasiones. En la segunda parte, los Timbers cobraron mayor importancia pero la falta de conexión con los jugadores de ataque, les impidieron generar mayor número de ocasiones.

Mucho juego con pocas ocasiones

Accidentado inicio de partido que en la primera acción de Portland Timbers, Mattocks tuvo que pedir el cambio tras un choque con Lade. El extremo tuvo que salir del campo para dar entrada a Grabavoy, siendo el cambio más rápido de la historia de la competición, 22 segundos.

Grabavoy y McCarty disputan un balón (Imagen: usatoday.com)

Tras este sorprendente lance del juego, el partido comenzó a tomar forma, con unos New York Red Bulls buscando ser el equipo que marcara el ritmo de juego. Mientras que los visitantes, conocedores del potencial de estos cuando tienen la posesión del balón, trataron de aguantar la presión inicial y poco a poco conseguir igualar ‘fuerzas’.

El equipo neoyorkino estaba consiguiendo convertir cada llegada al área, en una ocasión manifiesta de gol, donde sólo el portero de los Timbers estuvo atento a desbaratarlas. Las dos ocasiones más peligrosas fueron dos libres directos  desde la frontal del área, en las que Gleeson tuvo que ‘volar’ para detenerlas.

Los visitantes sin embargo estaban encontrando muchísimas dificultades en la zona más importante del campo. Lograban llegar a las inmediaciones del área rival, pero la última línea de presión local desbarataba las oportunidades. Significativo fue que su primer disparo al arco llegó cerca del minuto 25 de la primera mitad. Con Diego Valeri ausente, toda la responsabilidad ofensiva recayó sobre un Darlington Nagbe, que se encontró muy sólo en el ataque, con apenas ayudas de sus compañeros.

Melano en uno de los pocos disparos a puerta (Imagen: usatoday.com)

El final de la primera mitad ofreció más al espectador que los minutos anteriores, ya que se vieron muchas más llegadas a las porterías, gracias sobre todo a un aumento de la intensidad de juego.

Gleeson detiene al toro

Nada pareció cambiar con el inicio de la segunda mitad. Mientras que los neoyorkinos estaban más cómodos a cada minuto que pasaban con la posesión del balón, los Timbers aprovechaban las pérdidas de balón para poder salir al contraataque. De hecho, el conjunto visitante fue el primero en avisar en estos segundos 45 minutos, con un disparo lejano de Zemanski que golpeó en la escuadra, haciendo vibrar la portería.

Con el paso de los minutos, el equipo de Portland Timbers pareció encontrar la manera de sorprender a su rival y gracias tuvo muy presente en el ataque, llegando incluso a mantener a su rival en campo propio. Pero el mismo problema de la primera mitad continuaba, la ausencia de ese último pase, que habilitara a Adi para anotar un tanto.

Gleeson salva un mano a mano (Imagen: usatoday.com)

El final del encuentro se acercaba y los nervios de no conseguir llevarse la victoria comenzaron a aparecer en ambos conjuntos. Esto llevó a que se crearan mayor número de espacios  en ambos equipos, permitiendo que el juego vertical y las ocasiones comenzaran a llegar. Una de las más claras fue un mano a mano de Felipe frente al portero neozelandés, que este consiguió detener con una gran parada.

En los últimos minutos fue el equipo local el que puso mayor énfasis en conseguir el gol de la victoria, llegando incluso tener Gleeson que sacar dos balones que eran gol en el tiempo de descuento. Pero el marcador ya no se movió y el partido finalizó con el mismo resultado que con el que empezó.