Jonas vuelve a poner patas arriba la Liga

Un solitario tanto del delantero brasileño en el descuento bastó para que el Benfica venciera in extremis a Boavista y recuperara el liderato. De no haber ganado, los encarnados hubieran perdido el liderato a costa del Sporting de Portugal. Un partido dominado de principio a fin por las águilas pero que se encontró con una sólida defensa de las panteras negras, que erigieron un muro que aguantó 93 minutos.

Jonas vuelve a poner patas arriba la Liga
Fotografía: LUSA
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Por Nehemías Dorta

Partidos como el vivido esta jornada en el Estádio do Bessa resaltan lo tensa igualada que se encuentra esta Liga Portuguesa. Medio campeonato estaba en el mítico estadio de Boavista. 90 minutos y sin goles. El Sporting de Portugal frotándose las manos. El Porto al acecho. Y Jonas teniendo algo que decir. El gol del delantero brasileño, en un agónico tiempo de descuento, dio una victoria fundamental al Benfica de Rui Vitória que durante 93 minutos era el segundo clasificado.

Segundos porque el día anterior el Sporting había goleado con autoridad a Arouca (5-1) y se había puesto un punto por encima de los encarnados. Una derrota de Benfica hacía a los verdiblancos líderes en solitario, mientras que un empate ponía a los de Jorge Jesus también en lo más alto de la tabla debido al golaveraje. Obligación de ganar sí o sí para los lisboetas. Cualquier cosa que no fuera una victoria haría inútil la victoria conseguida en el José Alvalade semanas atrás.

Un muro casi indestructible

En el otro lado, las siempre salvajes panteras negras de Boavista. El conjunto ajedrezado tenía uno de los partidos clave de la temporada. Ganar a Benfica hubiera dado un golpe de autoridad en la lucha por la permanencia y hubiera espantado a los puestos de descenso al menos una jornada más. Contaban además con el apoyo de los suyos en la que es hasta el momento la mejor entrada de toda la temporada en el Estádio do Bessa.

Fotografía: LUSA
Fotografía: LUSA

Boavista necesitaba puntuar y Benfica ganar a toda costa. Los guiones ya estaban claro. Solo faltaba erigir el muro. Daniel Portela formó un entramado defensivo que sacó de quicio a Rui Vitória en más de una ocasión. Una zaga de cuatro unida a un férreo doble pivote. Dos líneas muy juntas que impedían cualquier ataque creativo de Benfica y que anulaba la actividad de los futbolistas que jugaban por el centro.

Con este defensa casi indestructible, jugadores como Raúl Jiménez estuvieron completamente desaparecidos. Renato Sanches tuvo que retrasar bastante su posición para poder recibir con comodidad y Jonas tenía que caer a las bandas para tocar balón. Se notaron bastante las bajas de jugadores como Nico Gaitán y Kostas Mitroglou, y Rui Vitória falló en esta ocasión con las rotaciones.

Dos ocasiones contadas dispuso Benfica en la primera parte para abrir el marcador. Raúl Jiménez lo intentó con un disparo acrobático que atrapó Mika, mientras que Pizzi ajustó con un buen tiro que se marchó rozando el poste. De resto, acometidas que se estrellaban una y otra vez con el muro ajedrezado.

Fotografía: LUSA
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Como cualquier muralla de la antigüedad, la de Boavista disponía no solo de mecanismos de defensas, sino de potentes armas ofensivas para sorprender al bando contrario. Estos particulares cañones llegaron sobre todo en la segunda parte. Jugadores como Rubén Ribeiro y Luisinho, que entró desde el banquillo, vieron muchos espacios al contragolpe y estuvieron a muy poco de dar la campanada.

Los últimos diez minutos fueron de auténtico infarto. Pese a que el balón era de Benfica, las ocasiones llegaron en la portería de los encarnados. El equipo tenía ansiedad, y se notaba. Pases defectuosos, fueras de juego inexplicables y faltas en ataque que hacían ver la impotencia a la que estaba sometida el Benfica. Y cuando Luisinho cogió el balón, progresó, rompió con un recorte a Nélson Semedo y disparó a portería, parecía todo negro para los lisboetas. Era el minuto 89 y casi no había tiempo para reaccionar. Pero el disparo del extremo de Boavista se fue al lateral de la red y Rui Vitória respiró aliviado.

Jonas pone la locura en el descuento

Cinco minutos se añadieron de descuento. Benfica subió todas sus líneas y ahogó a un Boavista que intentó mantener el muro intecto unos cuantos segundos más. En los banquillos, Daniel Portela se enfurecía con el colegiado por el tiempo de añadido meintras que Rui Vitória miraba al cielo. Solo una jugada, un disparo. Y la jugada llegó, apareció el que nunca está fallando. Era el momento de Jonas Gonçalves.

Eliseu, desde el centro del campo, cuelga el balón en la frontal del área. Mehdi Carcela cabecea y prolonga el balón viendo el desmarque de Jonas. La muralla se resquebrajó. Eran solo Jonas y Mika, con el balón botando. Y ahí es donde el brasileño no falla. Volea cruazada por abajo a la que no puede hacer nada el portero de Boavista. No había tiempo para más. Jonas volvía a poner patas arriba esta alocada Liga Portuguesa.

Tres puntos agónicos, algunos dicen que inmerecidos, pero que se marchan al Estádio da Luz. Estos son los partidos de los que el aficionado se acuerda a final de temporada. Jonas es consciente de que este pudo haber sido el gol que le puede dar el título de Liga al Benfica. De momento, otra jornada más para mantener esa primera plaza y con dos semanas para preparar el próximo partido.

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Sobre el autor
Nehemías Dorta
Periodismo en la ULL. Coordinador adjunto de las redacciones de la UD Las Palmas y Portugal. El fútbol portugués como gran pasión. Aprender haciendo lo que más quieres, eso no tiene precio. ¡Nos leemos!