Lo avisaba Rui Vitória en la previa del encuentro, hablaba del Boavista como un rival que les iba a poner complicado el encuentro y así fue.

La mayoría de equipos que visitan el Estádio da Luz con la idea de mantener un orden en defensa, evitar errores que puedan acabar en gol y aprovechar todas las ocasiones de las que puedan disponer para anotar algún gol.

Parece ser que los de Miguel Leal se introdujeron esa idea en la cabeza y la llevaron a la práctica de forma perfecta. Sorprendieron a todo el mundo cuando se colocaban 0-3 en el marcador y dejaban al Benfica tocado, pues estaban cayendo en su feudo y habían encajado 3 goles en los primeros minutos.

Acto seguido el Benfica comenzó a buscar un gol antes del descanso, eran conscientes de que remontar el partido era posible pero necesitaban marcar antes del descanso para no afrontar el segundo tiempo con más ansiedad. Anotó Mitroglou el 1-3 antes del descanso.

Comenzaba el segundo tiempo y el Benfica lograba igualar, tras el gol en propia de Fabio Espinho y el penalti convertido por Jonas, el partido a 3. No se movería más el marcador pese a las ocasiones de las que dispusieron ambos equipos.

Primera parte

Partía como favorito el Benfica y dispuso de la primera gran ocasión del partido tras un remate de Gonçalo Guedes tras un centro de Rafa Silva, el remate se iba a unos centímetros del poste y el 1-0 no subía al marcador para lamento de los seguidores encarnados.

Acto seguido Boavista anotaba el 0-1 en la primera ocasión de peligro que generaba, Iuri Medeiros marcaba ese gol tras un magistral disparo de falta, pero no iba a ser el último gol de Boavista.

En el minuto 20 el robusto central Lucas Tagliapietra se anticipaba a toda la defensa del Benfica para anotar, de cabeza y tras un centro lateral por una falta, el 0-2 y dejar helado al Estádio da Luz. El Benfica perdía 0-2 y sus perseguidores podían estar ante una gran oportunidad para recortar puntos al líder.

Se llegaba al minuto 25 y el Boavista iba a iniciar una gran jugada que iba a terminar con el 0-3, la gente presente en da Luz no daba crédito. Renato Santos iniciaba una carrera por la banda y entregaba el balón, tras un centro magnífico, a Iuri Medeiros que le cedía el balón a Shembri para que anotase el 0-3 a placer y sin oposición.

El campo se quedó mudo, el Benfica se veía superado por 0-3 en casa y no se atisbaba una solución al resultado. Pero el Benfica iba a sacar su garra para poder remontar el encuentro e intentar llevarse algún punto.

Tras unos minutos de incertidumbre el Benfica se levantó tras encajar el 0-3, en parte gracias a su afición que a gritos de “Benfica, Benfica” trató de espolear a los suyos y en parte gracias a una modificación táctica que introdujo Rui Vitória. El técnico local dio entrada al griego Mitroglou y sentó a Rafa Silva, un cambio que iba a cambiar el partido.

Llevaba dos minutos sobre el césped Mitroglou y, tras un pase de Salvio, anotaba el 1-3 en el marcador. Se abría una pequeña puerta para la esperanza y los lisboetas no iban a dejar que se cerrase.

Mitroglou celebra el 1-3. Foto: SL Benfica.
Mitroglou celebra el 1-3. Foto: SL Benfica.

Se llegaba al descanso con un par de ocasiones más del Benfica que terminaban fuera por poco. La segunda parte nos iba a deparar grandes cosas.

Segunda parte

Comenzaba el segundo tiempo y Rui Vitória introducía un cambio aún más ofensivo para tratar de igualar el marcador, salía del terreno de juego Luisao y entraba en su lugar Franco Cervi. Vitória quería remontar el encuentro y no podía fallar a su afición, que se mostraba entregada a sus jugadores para tratar de empujarles hasta el empate.

Minuto 53, Cervi comenzaba a entrar en el área cuando era zancadilleado por Edu Machado. La jugada dejaba dudas sobre la zona exacta en la que Cervi era derribado, pero el colegiado no dudaba y señalaba penalti a favor del Benfica. Jonas iba a ser el encargado de lanzar la pena máxima y no iba a fallar, anotaba el 2-3 y la remontada estaba más cerca.

Jonas tras el 2-3. Foto: SL Benfica.
Jonas tras el 2-3. Foto: SL Benfica.

Pasaban los minutos y se podía ver a un Benfica que trataba de empatar el partido, aunque siempre cauteloso y evitando un contraataque que pudiese acabar con el 2-4. En el minuto 66 entraba en el terreno de juego el extremo serbio Andrija Zivkovic para dar algo de velocidad al Benfica, un cambio que acabaría siendo decisivo.

A los pocos instantes de haber entrado en el terreno de juego era el mismo Zivkovic el que remataba a puerta, Fábio Espinho desviaba el balón para que se introdujese en la meta de Agayev. 3-3 y las águilas iban a por más.

Se sucedían los minutos y Benfica buscaba el 4-3. Primero era Mitroglou el que casi anotaba el cuarto gol, pero el balón se iba desviado. A continuación era el Boavista el que a punto estaba de marcar el 3-4 tras un disparo de Renato Sanches que Ederson lograba detener para evitar el gol.

Se llegaba a los instantes finales con el partido aún por decidir, el árbitro decretaba 4 minutos de tiempo añadido y el Benfica se volcaba al ataque en la persecución de la victoria. Salvio y Pizzi lo intentaban sin suerte y el colegiado acababa decretando el final del encuentro con el 3-3 en el marcador.

Ambos equipos pueden salir contentos de este choque. Benfica ha remontado un 0-3 y esa remontada va a insuflar mucha moral a los jugadores, Boavista ha sacado un punto de una visita a un campo difícil y ha puesto contra las cuerdas al líder.

Hoy Benfica ha visto que ningún rival es fácil y que todo equipo te puede ganar un partido. Tras este encuentro ya están sobre aviso y a partir de ahora tendrán en mente este partido como ejemplo de que cualquier equipo puede ganarte un partido.