La selección de Portugal ha vencido a Nueva Zelanda por un claro 0-4 en un gran encuentro de la selección lusa. También se vio a una gran Nueva Zelanda que mereció bastante más, pero que se topó con un Rui Patricio inmenso que no concedió ningún gol.
Los primeros minutos fueron difíciles para Portugal, pero con el avance del partido se vio a una selección lusa que se iba haciendo más y más fuerte y que terminaba yéndose al descanso con un merecido 0-2.
El segundo tiempo fue algo distinto, pues Nueva Zelanda se lanzó a por el gol y se quedó sin premio. Mientras que los de Fernando Santos terminaban la tarde anotando dos goles más y se metían en las semifinales por la puerta grande.
Picar piedra
Nueva Zelanda salió valiente, iba a por la sorpresa y desde el primer minuto buscó disponer de alguna ocasión clara de peligro. Sin embargo Portugal no permitía que la meta de Rui Patricio se viese amenazada en ningún momento.
En esos minutos iniciales tampoco se observó a una gran Portugal, eran conscientes de que el ritmo que intentaban imponer los neozelandeses no iba a durar todo el encuentro y se limitaron a aguantar un poco el resultado hasta que llegase el momento de poder asestar el primer golpe al partido.
Poco a poco los de Fernando Santos iban avanzando e iban provocando más ocasiones de peligro, aunque no terminaban de anotar el gol que abriese la lata. Cristiano lo buscó en un par de ocasiones sin éxito y Danilo Pereira también creaba peligro a través de las acciones a balón parado.
Fue el propio Danilo Pereira el que, en una de esas acciones a balón parado, era derribado dentro del área y el colegiado señalaba el punto de penalti. Cristiano Ronaldo era el encargado de lanzar la pena máxima y no se puso nervioso, ejecutó un gran disparo a la escuadra y anotó el 0-1.
El primero allana el camino
Nueva Zelanda se veía obligada a reaccionar, pero, si ya era complicado antes del 0-1, ahora iba a ser mucho más difícil. Los de las antípodas debían estirarse sobre el campo y eso iba a conceder más espacios para que Portugal mostrase su mejor juego.
En una acción que no parecía peligrosa Quaresma le mandaba un gran pase a Eliseu, el lateral recibía la pelota, se introducía en el área y daba un pase al corazón de la misma que Bernardo Silva aprovechaba para anotar el 0-2.
Justo tras el gol, Bernardo cayó lesionado por una mala caída, pero se quedó en un pequeño susto y el extremo del Manchester City podía volver al campo sin problemas. El segundo llegó en el minuto 37, pero Portugal siguió buscando otro gol antes del descanso.
En esos pocos minutos se vio a un gran equipo luso, pero el descanso llegaría con ese 0-2 que había anotado Bernardo y los dos equipos se retiraban al terreno de juego tras los primeros 45 minutos de encuentro.
Los goles ceden el protagonismo a las paradas
El segundo tiempo arrancaba con Pizzi entrando en el campo tras quedarse Bernardo Silva en los vestuarios para que sus molestias tras el gol fuesen tratadas y evitar males mayores.
El segundo tiempo bajó en intensidad, los dos equipos intentaban no forzar demasiado y parecían conformarse con ese 0-2. Sin embargo, con el paso de los minutos, el partido fue mejorando y se vieron algunas acciones bastante destacadas.
La primera fue un centro de Nueva Zelanda que, con Wood libre, parecía ser gol, pero Bruno Alves y Rui Patricio evitaban el gol con una gran intervención. La siguiente fue un remate de Cristiano que casi termina en gol, pero el portero neozelandés estuvo atento para evitar el tercero de los lusos.
Stefan Marinovic también siguió con su particular recital de paradas y sacó un disparo a bocajarro de Nani que ya se cantaba como gol y que atajó con una gran estirada.
Portugal remata el partido al final
Pasaban los minutos y se seguían viendo grandes paradas, pero André Silva dejó uno de los grandes goles del torneo. El delantero del Milán arrancaba desde el centro del campo, driblaba a dos rivales y ponía un potente disparo cruzado que Marinovic tocaba pero que no desviaba de forma suficiente.
Los últimos minutos no bajaron el ritmo, Nueva Zelanda no quería irse con las manos vacías y buscaba un gol que diese una alegría a sus aficionados. Rui Patricio siguió sacando balones de forma providencial.
El encuentro llegaba al descuento, pero ambos combinados seguían buscando el gol. Nani recibía el balón en la frontal y, tras un par de regates hacía un disparo cruzado que ponía el definitivo 0-4 en el marcador.
El colegiado estadounidense señalaba el final del encuentro y Portugal se alzaba con una clara victoria que clasifica a los lusos para las semifinales y deja a los neozelandeses fuera de la Confederaciones, pero habiéndose ganado el respeto y cariño de los aficionados.