Tarde agradable de fútbol en la localidad lucense de Ribadeo ante aproximadamente un millar de espectadores de ambas localidades. El equipo dirigido por Quique Setién se enfrentaba al vigente campeón, quien derrotó la anterior campaña al Deportivo de la Coruña por cuatro goles a uno. Las últimas participaciones de la escuadra gallega se remontan a los años 2011 y 2009, donde Real Oviedo con un 1-0 y Racing de Ferrol por dos goles a uno, se hicieron con el trofeo.
Tras guardar un minuto de silencio en memoria de las víctimas del funesto accidente ferroviario que asoló Santiago horas antes de que diese comienzo la festividad del Apóstol y luego del saque de honor por parte de la reina de las fiestas ribadeneses, el balón echó a rodar.
El Sporting presionó la salida de balón lucense
Desde el primer minuto el Sporting salió a presionar la salida de balón del Lugo, quien con bastante dificultad se sobreponía a las persistentes pero inocuas acometidas asturianas. El equipo de Sandoval encerró a la escuadra gallega en su propio campo y con un fútbol mucho más musculoso y recio, poco a poco se fue acercando a la portería de José Juan.
Se mostraba incómodo el equipo que figuraba como local pero que vestía la exitosa elástica visitante, practicando un juego mucho más vertical que de costumbre aunque carente de profundidad, echando en falta las ayudas ininterrumpidas de Manu y De Coz. Eran Víctor Marco -quien portaba el brazalete de capitán- y Víctor Díaz los que ocupaban los carriles.
Despertar local
Lo que se preveía como un partido amistoso de pretemporada mudaba al son de las duras y firmes entradas y luchas de balón las cuales, piano, iban calentando los ánimos.
A pesar de que la batuta seguía en manos de la escuadra rojiblanca, el paso de los minutos hacía que el Lugo se fuera estirando, tornando las tímidas llegadas iniciales en peligrosos disparos lejanos. Ejemplo de ello fue el excelente chut de Iván Pérez desde fuera del área que despejó de manera espléndida el meta Cuellar, sin olvidarnos también del de Víctor Marco instantes antes.
Iván Pérez intentó soprender desde fuera del área
Fue en el minuto treinta y cuatro y como consecuencia del citado disparo de Iván Pérez, en el saque de esquina correspondiente, cuando el Lugo se adelantaba en el marcador. Tras un remate local el rojiblanco Bernardo, en un error en el despeje, enviaba el balón a su propia portería sin que Cuellar pudiese hacer nada para evitarlo.
Una acción similar ocasionó el gol del Sporting. Luego de un disparo lejano de Canella que despejó José Juan con una vistosa estirada a córner llegó la igualada rojiblanca. Botado el saque de esquina, Alex Barrera mandó a la red un balón muerto en el área pequeña luego de un remate fallido por parte de un compañero de equipo. Con el empate en el marcador, el colegiado pitó el final de la primera parte señalando la puerta de los vestuarios.
Nuevo equipo y control del balón
Setién cambió a todos los jugadores que disputaron la primera parte a excepción del central de Santa Fe, Pavón. Con Pita y Álvaro Peña en el pivote el Lugo trataba mejor el balón y las incisiones de los laterales De Coz y Manu apoyando a Laro y Niqi multiplicaron las ocasiones.
El nuevo punta del CD Lugo, Fran Sandaza se estrenó como goleador tras rematar de cabeza un saque de falta lejano botado por otra de las nuevas incorporaciones, Pablo Sánchez, en el minuto 57 de partido. De esta manera la escuadra gallega tomaba ventaja.
El Sporting de Gijón no se rendía y seguía buscando la meta de Dani Mallo una y otra vez, aunque las ocasiones no eran del todo acertadas. Tan sólo un remate cruzado del punta rojiblanco inquietó al cancerbero coruñés.
Manu pudo sentenciar el partido
Pudieron los gallegos por medio de Manu sentenciar el partido. A falta de veinte minutos para el final el colegiado del encuentro, Rubén Eriz Mata, señaló un penalti de Iván Hernández sobre Sandaza y Manu pudo redondear el resultado, pero Cuéllar bloqueó su lanzamiento a media altura con una soberbia estirada.
Las ocasiones eran cambiantes y las oportunidades hasta el pitido final tanto para unos como para otros no acababan por convertirse en goles. Álvaro Peña pudo sentenciar de nuevo a escasos minutos del término del encuentro encontrándose solo ante Cuéllar, pero la rápida disposición de la defensa rojiblanca evitó el disparo de éste.
Con las mismas el partido llegó a su fin y el Lugo consiguió su segundo trofeo Emma Cuervo.