El fútbol se juega en un terreno de césped natural o artificial de forma rectangular. Las medidas permitidas del terreno son de 90 a 120 metros de largo y de 45 a 90 metros de ancho. El Promesas, filial del Real Valladolid, disputa sus partidos en los Anexos al Estadio José Zorrilla.

De ese lugar, han hecho su particular fortín. Cualquier equipo, de cualquier categoría, sabe que sus objetivos pasan por hacerse fuertes en casa, ante los suyos. Y eso ha sido una baza que tanto cuerpo técnico como jugadores, han sabido de principio a fin.

Tras la pretemporada, llegaba el momento de centrarse en el campeonato liguero. Inmerso en el grupo VIII de Tercera División, los equipos competían por hacerse un hueco en las posiciones que daban derecho a la lucha por el ascenso. O por evitar las que condenaban al descenso. Y entre todos ellos, se encontraba el que iba a agarrar el liderato.

Diecinueve serían los partidos que el Real Valladolid B tendría que jugar en su feudo. Diecinueve los equipos que llegarían hasta tierras vallisoletanas para tratar de llevarse algún punto de allí. Tan solo dos, lo consiguieron.

El Promesas solo ha perdido un partido y ha empatado otro en casa En la 3ª jornada, llegaría la primera y única derrota sufrida en los Anexos. La capital del Pisuerga vivía su semana de fiestas y la S.D. Almazán se sumó a ella. El Real Valladolid B cosechó en una mañana de domingo una difícil derrota. Al filial le tocó perder por 0-1 ante el equipo soriano, que planteó un partido muy serio haciendo imposible cualquier intento del conjunto de Torres Gómez. Cuando todo parecía acabar en un empate sin goles, el delantero visitante López cantó el gol en del descuento, al enviar el balón al fondo de la portería defendida por Julio.

Tuvieron que pasar 24 jornadas para que llegara el segundo y último tropiezo en los aledaños al José Zorrilla. El Real Valladolid B y el Astorga llegaban al encuentro con la intención de decantar el devenir del grupo VIII de la Tercera División. Pero tras firmar las tablas (0-0), la situación seguía igual. Los blanquivioleta mantenían la renta de cinco puntos, aunque con un partido más,  respecto a los maragatos. A la par que quedaba igualado el goalaverage particular, tras el empate sin goles en la primera vuelta.

La magia de los Anexos era esa. La que ha hecho que de los 57 puntos que pasaban por ahí, 52 no salieran del fortín del Promesas. La que tiene que conseguir que este domingo, se dé el primer paso ante la U.D. Somozas, para decir adiós a la Tercera División.