En una época en la que el marketing, las grandes operaciones y los pomposos nombres de las estrellas y fichajes del panorama futbolístico ocupan las portadas de los periódicos y marcan el día a día y las agendas de los presidentes de fútbol, hay equipos que redoblan esfuerzos en buscar y encontrar su propia identidad.

Mientras algunos tiran de talonario y se construyen una identidad babeliana; mientras pierden su sitio en la sociedad que los sustenta, desaparece su ADN y echan sus redes para pescar seguidores y jugadores cada vez más lejos, otros dan pasos en busca de la legitimación entre sus auténticos soportes, que no son otros que los que históricamente han jaleado y apoyado los colores de su equipo y acostumbran, siempre que sus propias circunstancias se lo permitan, a acudir al estadio para ver a sus auténticos ídolos, aquellos que desde pequeño soñaron con ser futbolistas de primera división y lo han conseguido sin desarraigarse de su familia ni de la sociedad que los ha visto nacer y crecer.

Compromiso con la sociedad

La Real Sociedad, a pesar de que en algunos años de infausto recuerdo para la entidad txuriurdin se perdió tanto el timón como el norte, es un buen ejemplo de esta segunda vía, la que respeta, pone en valor y hace continuamente guiños a la sociedad que lo sustenta. Son muchos los ejemplos que constatan esta política activa y que no hacen más que acercar y acortar distancias entre los ídolos mediáticos que mueven masas y millones de euros y los ciudadanos de a pie, los donostiarras, los guipuzcoanos, los seguidores y aficionados de la Real Sociedad de corazón.

Campaña contra el racismo protagonizada por Agirretxe, jugador de la Real Sociedad (Imagen: DFG)

La Real ha dado muchas muestrar de estar junto a la sociedad, de solidarizarse con los problemas reales de sus aficionados

El apoyo al euskera, a las campañas en contra del racismo, o a los familiares de Hodei Egiluz, desaparecido en Amberes; las continuas citas de los jugadores con los aficionados más pequeños; los entrenamientos por toda Gipuzkoa; la recogida de alimentos en favor de los más desfavorecidos... son solo un pequeño ejemplo de lo que es actualmente la Real Sociedad, algo más que una empresa que más riqueza económica atrae a Donostia y Gipuzkoa y mucho más que un equipo de fútbol sin alma.

El ejemplo más reciente de todas estas afirmaciones es el video de agradecimiento que la propia Real Sociedad ha realizado tras la finalización de la campaña de captación de socios.

Homenaje a Lucas Eguibar

El enésimo paso en esta dirección, en la de saberse en el mismo camino de sus seguidores, que además de amantes del fútbol son padres, madres, hijos o trabajadores, con unos valores sociales e identitarios particulares, ha llevado a la Real Sociedad a hacerse eco del gran hito logrado por uno de los suyos, que además de donostiarra es un gran aficionado txuriurdin, y anunciar que Lucas Eguibar será el protagonista del próximo encuentro de Liga que juegue la Real en Anoeta. Será el reciente y flamante campeón del mundo de SnowboardCross el encargado de realizar el saque de honor previo al enfrentamiento de los blanquiazules y el Deportivo de la Coruña.

"Dado que tenemos al mejor del mundo entre nosotros queremos que haga el saque de honor en el encuentro del Deportivo"

A través de una nota enviada a los medios, la Real Sociedad argumentaba esta decisión: "Este joven guipuzcoano de 21 años ha hecho historia al ganar el preciado Globo de Cristal, galardón que ningún rider estatal había logrado nunca y dado que tenemos al mejor del mundo entre nosotros queremos darle la oportunidad de que todos los aficionados txuriurdin y guipuzcoanos que acudan a Anoeta lo puedan homenajear".

Un guiño social que se dirige a toda la sociedad guipuzcoana en general, pero que quiere incidir en aquellos que todavía ven en la Real Sociedad únicamente a un equipo de fútbol con estrellas millonarias, con el único mérito de saber dar patadas a un balón y que están alejados de la vida real.